Araya recientemente culminó sus estudios de bachiller en Teología en la Universidad Nacional de Costa Rica y este logro la llevará a ser la primera pastora trans de Latinoamérica, según lo dio a conocer la Iglesia Luterana Costarricense en su perfil oficial en Facebook.
‘’Cuando podía me vestía como mujer, pero a escondidas. Ella siempre fue violenta y nunca pude llegar a conformar una relación sentimental en esa época. Cuando comencé a dar los primeros pasos (como trans) recibí mucha discriminación y cuando mi madre murió, llegué aquí, donde vivo ahora, en San Pablo de Heredia, donde todavía le dicen a mi casa “la casa de los homosexuales’’, comentó Alexa a diario La Teja.
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Araya, quien nació hombre y decidió iniciar su transformación a mujer a la 28 años, dice que le gustan las mujeres.
‘’Eso sí, yo soy de las pocas personas trans que mi orientación sexual es hetero, sexualmente con un hombre nunca me he sentido bien’’, explicó.
“Quiero dejar una huella en esa apertura que hizo Jesús a los sectores discriminados”
Alexa Araya es una costarricense de 54 años, quien está por convertirse en la primera pastora transgénero de América Latina.
Araya indicó para el medio de comunicación referido, que después de la muerte de sus padres se integró al coro de una iglesia evangélica. Sin embargo, su libertad no era completa, y con el tiempo conoció la existencia de la Iglesia Luterana.
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“En la Iglesia Luterana seguimos las enseñanzas de una divinidad, como la que enseñó Jesús, que crea otra imagen de la que se tenía de Yahvé o Jehová en los tiempos de Moisés, que era un Dios castigador y que le gustaban los sacrificios, por una imagen de Dios de amor, de inclusión. Un Jesús que se acercó siempre a los grupos minoritarios, porque él es para todos, no solo para unos cuantos’’, comentó Alexa a La Teja.
“Es por fe, seguir el llamado de una divinidad en un espacio que se necesita porque las personas LGTBIQ, por la misma violencia, se divorcian de las religiones, otros llevan una espiritualidad personal. Pero ese vínculo es muy importante y ellos son los hijos de una divinidad”, agregó Araya, quien tras graduarse como Bachiller en Teología, Alexa, debe realizar el vicariato.
“Con este paso, quiero dejar una huella en esa apertura que hizo Jesús a los sectores discriminados, él se sentaba con las mujeres cuando en aquellos tiempos no valían nada, con samaritanos, leprosos, cobradores de impuestos. Él trataba de darle a esos grupos una dignidad, una esperanza, lo mismo es lo que estamos tratando de hacer con estos espacios. No es fácil, somos pocos, pero lo dejamos abierto, somos una iglesia abierta”, Dijo Araya.
