Llegan a trabajar en tacones
Si bien es cierto tienen todo el derecho de vestirse o calzar como quieran algunas doctoras o estudiantes se presentan a los centros laborales con zapatos de tacón, con el cabello suelto y planchado, las uñas muy largas con diseños exóticos que dificultan la libre ejecución de sus tareas.
No se pretende que lleguen mal vestidas o en chinelas pero deberían de usar zapatos cómodos para trabajar ya que las jornadas laborales son extenuantes, un zapato cómodo beneficia al trabajador de la salud y al pacientes.
Este comportamiento de algunas mujeres y hombres de la salud, lejos de ayudar a dar una buena atención corrompe el ambiente y obviamente hace más cansada la jornada para él o el médico. La atención es deficiente y los pacientes se sienten invisibilizados por los médicos más preocupados por su imagen personal que por el servicio que brindan.
Busqueda de trabajo
Mujeres y hombres jóvenes que salen de las escuelas secundarias en busca de un mejor futuro al ver que no son competentes para estudiar carreras de ingeniería en universidades grandes, al sentir que las oportunidades están muy difíciles, al no poder costear los pasajes hasta la capital, lo mejor y más pràctico que logran es estudiar una carrera técnica como, Rayos X, enfermería, Bioanalisis Clínico, Técnico Quirúrgico, Paramédico, Auxiliares de enfermería. Misma carrera por la que no sienten vocación y cuando les toca ejercer lo hacen por un salario.
En diversas experiencias recopiladas en las largas filas de espera en los centros hospitalarios del país uno se da cuenta del déficit que hay en el servicio. Las enfermeras tratan a los pacientes como si llegaran a pedirles limosnas o si les van a robar. Horas de espera para ser atendidos, quien te recibe o hace la cita ni siquiera levanta la cara para verte y el trato se vuelve humillante para los pacientes.
Agujas en Pajar
Son pocos los y las trabajadoras que con amabilidad atienden a un paciente, es reducido el número de doctores que poseen un carisma envidiable al momento de atender a los pacientes.
De acuerdo a la experiencia en hospitales públicos son pocas las mujeres y hombres de blanco que con amor ejercen su labor, cuando realmente si se dedican a eso y si escogieron esa profesión como forma de vida deben cumplir con su labor.
Población siente maltrato
La población que ha visitado centros públicos de atención a la salud en su mayoría resienten que los hombres y mujeres trabajadores de la salud se sienten como dueños de los centros hospitalarios humillando a quienes solicitan el servicio. Las y los nuevos trabajadores de la salud lejos de tener vocación de servicio y ayudar a la población se comportan de una manera tajante, grosera e indiferente. Totalmente indolente a los dolores de cientos de personas que llegan a los diversos centros asistenciales en busca de atención para mejorar su salud.
Estudiantes hablan
Las y los estudiantes de medicina o de carreras afines se defienden diciendo que sus jornadas laborales son extenuantes. Los fines de semana en algunos centros hospitalarios se quedan dos o tres doctores de planta y el resto son solo estudiantes que realizan sus prácticas o reciben sus clases en los Hospitales Escuela de los departamentos del país.
Según datos recopilados por La Prensa los turnos de los estudiantes son hasta 36 horas en los hospitales públicos, mismos que desgastan a las personas y convierten la jornada en un verdadero calvario que como humanos es comprensible pero no debería de hacer que eso se convierta en mala atención con el paciente que no tiene culpa de los horarios.
