Un ejemplo de ello ocurrió en Carazo, donde el doctor Félix Raúl Bravo Aburto, quien se desempeñó como director de varios centros d salud de Carazo, siendo el último el de La Conquista, falleció por problemas crónicos este miércoles, 20 de mayo, y lo enterraron de forma inmediata, pues así él lo había indicado, para evitar la aglomeración de personas, debido a la situación del Covid-19 en el país.
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“Él falleció por unos problemas crónicos que padecía desde hace algún tiempo y no se había dado la debida atención. Fue por razones ajenas a lo de la pandemia”, indicó Roger Rodríguez, coordinador de la Central Sandinistas de Trabajadores de La Paz-Carazo.
Y este drama de despedirse de un ser querido casi en silencio es la realidad a la que se enfrentan muchos ciudadanos en distintas partes del mundo
En Nicaragua, el Ministerio de la Salud, como parte del protocolo para abordar la pandemia, estableció que las personas que murieran a causa del Covid-19 debían ser enterradas de forma inmediata, pero aunque no se ha oficializado por parte del gobierno o las autoridades sanitarias, en este contexto habrían hecho una variante y es que toda persona que muera aunque no haya sido por la pandemia, tiene que ser enterrada el mismo día, sin velatorio, o la acostumbrada honra fúnebre.
Epidemiólogo sugiere no hacer funerales
El epidemiólogo Leonel Argüello indicó para el medio de comunicación Despacho 505 que si un paciente fallecido por cualquier otra causa que no sea sospechosa de Covid-19 “debería poder velarse, al menos por familiares cercanos, guardando todas las medidas de prevención”.
El doctor Rafael Amador, también especialista en epidemiología, considera que si no hay sospechas ni confirmación de Covid-19, en una fase inicial de pandemia podría permitirse a los familiares de pacientes fallecidos celebrar velas y entierros, siempre que se guarden las medidas de distanciamiento social, así como el uso de mascarillas, lavado de manos, uso de alcohol en gel, “para evitar el contagio entre los asistentes”.
No obstante, considera que en la etapa en la que se encuentra el coronavirus en Nicaragua, lo más recomendable es no celebrar funerales, como medida de prevención.
“Todo esto debería ser explicado por las autoridades, así la gente no especula. Además, todos se prepararían mejor, se evitarían más contagios y se disminuiría el nivel de zozobra”, resaltó Amador en alusión a lo que provocan los entierros exprés en horas de la madrugada y la desconfianza en los diagnósticos sobre la causa de muerte.
