Santiago Chavarría, todos los días se alista temprano para salir a ganarse la vida en las calles de la Ciudad de las Flores, conduciendo la auriga que tiene asignada, pero asegura que desde el anuncio de los casos del Covid-19 en el país, el servicio ha perdido demanda.
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"Esto está palmado, bajo bajo, antes nosotros hacíamos de 300 a 400 córdobas en cada turno, y ahorita no llegamos ni a 200 pesos, las calles están vacías, andan pocas personas en las calles, ahorita ya casi termina un turno y ando solo 150 pesos", dijo preocupado Chavarría.
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Solo en la calle principal de Masaya hay movimiento
Se puede notar la poca circulación de ciudadanos y vehículos en las calles de la ciudad, el mayor movimiento es en la calle principal que dirige al mercado municipal “Ernesto Fernández” y a la terminal de buses.
Conductores de coches perciben la falta de pasajeros en Masaya/Vídeo Mileydi Trujillo
"Estamos fregados, porque nosotros trabajamos por entrega y algunos dueños de las aurigas son conscientes otros no, y la gente no está viniendo al mercado, porque tienen miedo a la enfermedad", expresó José Daniel Jiménez, quien tenía media hora en la parada de coches en espera de clientes.
Son pocas las aurigas que logran llevar más de un pasajero, pero aún sin usuarios deciden llegar hasta el centro de compras, en busca de la "suerte" de un buen viaje, aunque la competencia y esperanza de lograr pasajeros la comparten sus compañeros de trabajo, quienes también esperan en la parada de coches del mercado Ernesto Fernández.
El costo del medio de transporte tradicional es de diez córdobas, precio que incrementa según la distancia, cada auriga y coche están divididos en dos turnos, donde los propietarios hacen el cambio de los caballos para su respectivo descanso.
Alrededor de 40 unidades, entre aurigas y coches, ofrecen el servicio de transporte en la ciudad de Masaya.