Cena, Ropa, regalos, compartir familiar, son algunos de los elementos que componen esta fecha, pero en medio de la preparación que conlleva esta festividad algunas veces, por no decir que la mayor parte del tiempo se nos olvida la persona por la cual se conmemora este día.
Los ángeles y el cielo anunciaban el evento más extraordinario visto por la tierra, un ser, quien, a pesar de tener una posición privilegiada en lo celestial, revestido de majestad y gloría, decidió despojarse de todo ello, sin escatimar cosa alguna a que aferrarse. Nació en un pesebre, un lugar donde come el ganado, reflejando la grandeza, pero la simpleza de la vida a la vez.
Demostrándonos lo realmente importante para estas fechas, eclipsando el valor de lo material, pues el tiempo lo destruye, pero prepondera el significado de la unidad y el perdón
Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.
12 Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.
13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían:
14 !!Gloria a Dios en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!
15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
16 Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre.
Su nacimiento es muestra del amor que siente por ti, pues a un sabiendo que en el transcurso de su vida y aun después sería vituperado, rechazado decidió habitar la tierra.
Mateo 1.18-25
“Y tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su nacimiento”;
Deja que se siente a tu mesa, sea que estés en familia, o no, pero no le dejes ir , trátalo como se lo merece, porque su paternidad y su mirada no se ha apartado. ofrécele algunas palabras, no importa si son sencillas, pues las palabras cobran valor cuando salen de del alma. Su único deseo es escuchar tu voz.
Que su gozo te inunde , regálale tu corazón, empácalo con el envoltorio de tu vida, y ponle el lazo del agradecimiento.
PARA ÉL ES EL MEJOR OBSEQUIO.