Sectores de la sociedad consultados por la Voz de América piden que estas negociaciones sean transparentes y no oxigenen al gobierno sandinista.El monseñor Carlos Avilés, vocero de la Curia Arzobispal, señaló que las negociaciones deben incluir un diálogo franco.
“Hablando con transparencia, nada de arreglos por debajo de la mesa y mucho menos, y con voluntad de resolver los problemas. No diálogos que sirvan para ganar tiempo y hacer estrategias políticas, sino diálogos auténticos”, dijo el religioso a la VOA.
El defensor de derechos humanos, Pablo Cuevas, dijo que de retomarse las negociaciones, deben incluir el fortalecimiento de la institucionalidad del país.“Es la separación de poderes, debe regresar este país a la institucionalidad, es imposible que haya un desarrollo económico consistente verdadero, si no hay institucionalidad, cualquier otra cosa es una ficción”, enfatizó.
La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), de la que Cuevas es integrante, participó activamente en la documentación de hechos que formaron parte del informe sobre violaciones de los derechos humanos en Nicaragua presentado esta semana en la Organización de las Naciones Unidas.
Mientras, el gobierno ignora las recomendaciones internacionales y asegura que Nicaragua avanza en paz y reconciliación, como expresó a medios oficiales la vicepresidenta de la República, Rosario Murillo.
“Nicaragua avanza, con la fortaleza, la creatividad y el compromiso de paz, trabajo y victoria de todo el pueblo, que celebra en grande, que trabaja en grande. Que celebra en grande, un país en paz, un país seguro y que tiene derecho a disfrutar”, señaló la también esposa de Daniel Ortega, en su acostumbrado reporte diario.
La Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, presentó formalmente su informe sobre violación de derechos humanos en Nicaragua, durante la 42 Asamblea del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
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