Impunidad, aislamiento y silencio gubernamental son los temas ante las gestiones que realizan los derechos humanos de Nicaragua con instituciones estatales
con el objetivo de alcanzar una delegación de defensoras. Cuyos defensores debieron viajar a Honduras para reunirse con el relator de defensores de derechos
humanos de las Naciones Unidas, Michel Forst.
Azahalea Solís, del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), una de las participantes confió que las defensoras de derechos humanos además de asistir al encuentro de
los demás defensores de derechos humanos de la región, también sostuvieron un encuentro privado con Forst para exponer la situación particular de Nicaragua.
El pasado once de agosto las mismas defensoras denunciaron que la falta de garantías para su seguridad por parte del Gobierno y las alertas de varios países a sus
ciudadanos en relación a Nicaragua junto a la promesa oficial de que podrá ingresar al país en 2017, fueron los motivos esgrimidos por la oficina del relator especial
sobre defensores de derechos humanos de Naciones Unidas, para cancelar su asistencia a una reunión en Managua.
La consulta regional que realiza Forst está vinculado a “la impunidad y su impacto en la situación de defensores de derechos humanos: propuestas para combatirlas”.
Fuente: La Prensa