En el caso de Aeroméxico, fue la primera en informar que regresa tentativamente en la misma fecha que American, según información de las agencias de viajes.
Carlos Schütze, presidente de la Asociación Nicaragüense de Agencias de Viajes y Turismo (Anavyt) y vicepresidente de la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua (Canatur),
ha explicado que el principal inconveniente con las líneas aéreas estadounidenses en Nicaragua es el requerimiento de la prueba de Covid-19 a la tripulación, puesto que va en contra de las leyes de privacidad y dicha medida se mantiene, pese a que en la región nunca se aplicó este tipo de solicitud.
José Adán Aguerri, expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), concuerda con Schütze al señalar que ninguna línea aérea estadounidense está dispuesta a retomar sus vuelos al país bajo las condiciones que el Gobierno exige. «Esto hace que la inmensa mayoría de los nicaragüenses, que no somos parte del Gobierno, tengamos que seguir sufriendo las consecuencias de esa cerrazón de las autoridades a través de menos turistas que vengan al país y de que, en nuestro caso, tengamos que pagar los precios más caros de la región»
Para ejemplificar ese impacto, Aguerri dijo: «Un pasaje hoy a Miami para ir en abril sale a 890 dólares más, al menos 250 dólares por el pago de los exámenes del Covid-19. Obviamente para los funcionarios de gobierno no es un problema, porque ellos no pagan el pasaje para salir, lo pagamos todos los nicaragüenses vía el pago de impuestos».