Los expertos sugieren que pasemos estas fiestas solos con nuestra burbuja de convivientes, y con quienes se comprometan a poner en práctica las medidas de prevención.
Procura no salir y si asistes a otros lugares procura el lavado de manos, distanciamiento, uso de mascarilla, intenta estar el menor tiempo posible en los lugares que visitarás.
A la vez en estas festividades debes tomar en cuenta: las personas con las que te agruparás entre menos mejor y las condiciones del lugar destinado para la reunión. Por otro lado, al compartir alimentos y bebidas, se corre el riesgo de transmitir la enfermedad. Evita alimentos como ensaladas, ni snacks, ni salsas ni otros acompañamientos en el centro de la mesa que puedan convertirse en vector de contagios. No pongas música para no hablar en voz alta. Preferiblemente que sola persona se encargué de servir la comida.
“El mayor problema es dónde te encuentres”, resume Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología. “Hay que limitar al máximo el encuentro, porque normalmente es pasar todo el día hablando y bebiendo. Y en esos contextos, el uso de la mascarilla va a ser complejo”, añade.
No todo el que decida compartir las fiestas es un egoísta o un inconsciente: hay muchas circunstancias personales que pueden empujar a celebrar, como tener un familiar que no llegará a las siguientes Navidades y necesitan herramientas para manejarse en ese territorio peligroso.