Las familias en este 2020 no se reunirán a compartir en la mesa la cena, dado que muchos se han quedado confinados en países donde se mantienen largas cuarentenas y restricciones para evitar el contagio.
Otras familias han decidido evitar las reuniones por cuidar a los más adultos de la casa.
En el departamento de Carazo la familia Calero no podrá celebrar el cumpleaños de la abuelita de la familia, pues según cuenta una de sus integrantes, le teme al virus y una reunión familiar podría resultar fatal.
“Nada es igual, en años anteriores nos reuníamos toda la familia, invitábamos a los más allegados de mi abuela que cumple años el 24 de diciembre, era una gran celebración, sin embargo, este año todo es diferente solo los que convivimos en el hogar y dos de sus hijas vendrán a verla, primero porque no queremos exponernos y más a ella que es una anciana y es más vulnerable al Covid-19”, señaló Yubelki Calero.
“Este año la celebración será diferente, cenaremos y cada quien a su casa, de igual manera, lo haremos manteniendo la distancia entre nosotros, no habrá aquellos abrazos voluminosos de Navidad, aquella cercanía que trae el nacimiento del niño Dios todo cambia con la llegada de esta pandemia”, enfatiza la joven, quien asegura nada es igual tras el paso del mortal virus.
Recomendaciones
Tras la llegada de la pandemia al mundo, algunos expertos brindan recomendaciones que podrían unir a las familias tras las rupturas y lejanías que el virus ha producido este año.
Los expertos recomiendan que pasemos estas fiestas a solas, acompañados en nuestra burbuja de convivientes, y con quienes se comprometan a tomar las medidas de prevención.
Se debe procurar no salir de casa y si se asiste a otros lugares de visita o compras, se deben tomar las medidas de prevención que desde el inicio del coronavirus las autoridades de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud proporcionaron como el lavado de manos, distanciamiento y uso de mascarilla.
De acuerdo con Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología, “hay que limitar al máximo el encuentro, porque normalmente es pasar todo el día hablando y bebiendo. Y en esos contextos, el uso de la mascarilla va a ser complejo”, añade. No todo el que decida compartir las fiestas es un egoísta o un inconsciente: hay muchas circunstancias personales que pueden empujar a celebrar, como tener un familiar que no llegará a las siguientes Navidades. Y necesitan herramientas para manejarse en ese territorio peligroso.