Su deceso se confirmó a través de una publicación en Twitter de su hija, la doctora Magda Alonso, especialista en salud ocupacional.
El reconocido médico internista Adán Augusto Alonso Flores falleció víctima de Covid-19 después de tratar con pacientes que portaban la enfermedad, confirmó su hija Magda Alonso.
El médico el 19 de mayo empezó una cuarentena tras informar que a su consultorio llegaba una gran cantidad de personas en busca de ayuda porque presentaban síntomas asociados al COVID-19, lamentablemente tras su arduo trabajo el médico se contagió sin darse cuenta.
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Desde esa fecha el doctor Alonso inició a brindar consulta gratuita en línea, pero su salud decayó el 28 de mayo, hasta llegar a un estado grave. El doctor Alonso, en su afán y compromiso de querer ayudar a los más necesitados dejó claro que estaba a la disponibilidad de todas las personas, sin importa partido político o preferencia religiosa.
La irreparable pérdida del galeno llega a tan 8 días de la partida de su hermano el también doctor Máximo Guillermo Alonso.
Asedio en el entierro del doctor
Magda Alonso hija del médico a través de su facebook señaló que su padre desenmascaró las mentiras del gobierno respecto a la pandemia.
A continuación el mensaje integro de la Magda Alonso:
Mi padre el Dr. Adan Augusto Alonso enfermó de covid19 atendiendo a los pacientes que regresaban de los hospitales de León y Chinandega, donde les decían que no tenían nada, luego al complicarse buscaban a mi papá para ser atendidos, la mayoría sanaron.
Él fue el primer médico en denunciar públicamente que el gobierno mentía y que el virus ya estaba en el país, que ya había contagio comunitario, él advirtió de los riesgos de no tomar medidas, no lo escucharon.
Muchas veces le pedimos que dejara de atender, porque no tenía los equipos necesarios para protegerse y su respuesta siempre fue "no puedo abandonar a mi pueblo"
Hoy está en una cama de Cuidados Intensivos al igual que cientos de nicaragüenses, enfermos y las familias lloramos de angustia.
Somos un pueblo traicionado por el Estado de Nicaragua, engañado por el gobierno y abandonado a su suerte.
Nuestra única roca fuerte es el Señor, debemos aferrarnos a la fe, a la esperanza que nos da el amor de Dios.
Nosotros sus hijos rogamos al Padre todos los dias que mi papito vuelva a casa sano, sonriente y feliz, como es él.
Hágase la voluntad de Dios en Nicaragua
