Tras percatarse de la caída del pequeño, el padre logró meterse al pozo y sacarlo aún con vida, llamando de inmediato al personal de salud para que lo atendieran, pero cuando estos llegaron al lugar, lamentablemente ya no presentaba signos vitales.
El personal de salud confirmó que el pequeño falleció por sumersión en el agua del pozo.
En lo que va del año, siete personas, entre ellos dos niños, han fallecido ahogados en pozos en distintos puntos de Nicaragua.
Desde este medio de comunicación siempre hacemos el llamado a los padres de familia a tener cuidado con los niños.