En los primeros días del mes sexto del año, las fuerzas policiales intentaron tumbar las más de 200 barricadas levantadas para defenderse de cualquier ataque armado. Sin embargo, la acción represiva era sinónimo de muerte, desde el asesinato del adolescente Junior Gaitán; de 17 años, Jasson Putoy, José Isaías Sánchez, Carlos Erick López, Jorge René Zepeda, Darwin Potosme, Marcelo Mayorga, Marvin López, Pedro Silva, Manuel López, Carolina Collado, entre otros.
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"Aún sigo esperando justicia, el gobierno asesinó sin piedad a mi hijo, a pesar que suplicó por su vida, lo mataron", sostiene la madre de Júnior Gaitán, doña Aura Lila López.
Familiares siguen pidiendo justicia
El 19 de junio de 2018 se ejecutó la primera operación limpieza en la ciudad, para ese entonces se contabilizan 11 víctimas. Después se arreciaron las embestidas para desmontar las más de 100 barricadas del barrio Países Bajos, San Miguel y Monimbó, que aún mantenían la resistencia de Masaya, donde murieron otras 11 personas, es decir, que en el mes de junio cada semana eran sepultados alrededor de cinco personas.
"Pedro fue otra víctima. Le pegaron un balazo cuando iba a ver si estaba despejada la vía, porque yo iba al trabajo, le dispararon varias veces, se lo llevaron mal muerto y al final desgraciaron nuestras vidas, no mataron a un perro, lo menos que esperamos es justicia", expresó Rosa Ñamendy, esposa de Pedro Silva, asesinado el 21 de junio 2018.
Las familias enterraron a sus seres queridos acompañados de centenares de personas que gritaban los nombres de los caídos y ¡Viva Nicaragua Libre! La violenta represión se intensificó cada día.
"En ese mes estaba en ejecución el plan limpieza de parte del régimen de Ortega que acabó con la vida de más de 20 personas, cada ataque de la policía y paramilitares que tenía aglutinados fue sangriento y es lamentable que dos años después todos los casos sigan en la impunidad", subrayó Yubrank Suazo, excarcelado y líder del M19 Abril Masaya.
El sector de los tanques de Mebasa, Parque Central y los alrededores del Mercado de Artesanías son testigos de las lluvias de balas dirigidas a los manifestantes. En junio corrió la sangre siendo el mes más oscuro, doloroso e inolvidable de las familias de las 22 víctimas, en su mayoría jóvenes.
