En los primeros años la radio solo funcionaba algunas horas, porque en esa zona no había energía eléctrica y tenían que hacer uso de una planta, pero con la llegada del proyecto eléctrico, la programación se extendió hasta 12 horas al día y los comunitarios pudieron disfrutar de la primera emisora en su localidad.
La radio tiene una programación completamente católica, sin embargo, en esta zona, apenas hace unos años, hay acceso a la señal del celular y con serias limitaciones, por lo que la radio se volvió el único medio para enviar avisos a familiares en zonas aledañas. También se trasmiten programas del Ministerio de Salud y publicidad de tiendas en la localidad o el municipio.
Avisos comunitarios
En esta pequeña radioemisora, es común escuchar lecturas de cartas que llegan de las comunidades enviando avisos sobre un familiar está enfermo, internado en el centro de salud o que ya regresaron de un viaje.
También envían felicitaciones a los cumpleañeros y solicitan para él o ella, algún “ramillete musical”. Se anuncian también las reuniones de la escuela, la limpieza del cementerio y las jornadas de vacunación. “Es parte de la vida cotidiana de toda la comunidad”, dice un poblador.
La radio es tan importante para la comunidad que si lo dijo la radio Kerigma que hay que asistir “a tal o cual actividad comunitaria”, la gente asiste.
La celebración de los 15 años de radio Kerigma este fin de semana que pasó, provocó que “un mar” de campesinos, dejaran su poblados y viajaran hasta en caravanas de motos, bestias y a pie, entre gritos y vivas a “la quinceañera”. Fue una alegría contagiosa que agitó el centro del poblado donde está ubicada la pequeña y humilde cabina de la radio, en la parroquia San José Obrero, patrono de esa comunidad.
“Hacen un necesario trabajo”, dicen habitantes
Cada zona de esta localidad, vistió a una elegante joven como reina de las fiestas de la radio y abundaron canciones y poemas de los campesinos que manifestaron una profunda alegría con su medio de comunicación. “Quince años de nuestra radio no es cualquier cosa, deseo verla llegar a sus treinta”, dice un feligrés muy emocionado.
En la fiesta no podía faltar su fundador el padre Francisco Chavarría, quien trabajó por más de una década con los campesinos de Wamblan y también el actual Párroco, el joven sacerdote Adiel Rodríguez.
Es importante mencionar que solo algunas radios locales sobreviven a la arremetida de censura que ha impuesto el gobierno central
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