La religión, los tabúes en la familia y la nula información sobre relaciones sexuales sumado al desconocimiento de métodos anticonceptivos se convirtieron en su peor enemigo que les obligó a asumir embarazos adolescentes en medio de una situación de desconcierto, miedo e incertidumbre.
Al igual que los otros casos nuestra primera protagonista Anastasia, desconocía que había métodos anticonceptivos, preservativos o que podía quedar embarazada si mantenía relaciones sexuales.
Anastasia experimento sus primeras relaciones sexuales a los 14, quedando embarazada y llegando la situación más difícil de asumir, así lo afirma Anastasia esta era “como le voy a decir a mis padres que estoy embarazada, me van a matar”
Cuando esta adolescente decidió romper el silencio, venía lo peor, fue rechazada por su papa, su mama, se sentía sola, se refugió en una tía, después la familia del papá de la pequeña que cargaba en su vientre la acogió.
Sin embargo, los meses fueron pasando, la panza iba creciendo y Anastasia se sumergía en su espacio, un lugar reducido de la casa, donde muchas veces se la pasaba llorando, sentía pena, se sentía sola; no quería que la vieran embarazada, ¿Qué iban a decir sus amistades? , ¿Qué iba a decir su familia?, fueron episodios depresivos traumáticos, en los que bajó de peso considerablemente, pues el apetito desapareció, solo quería regresar el tiempo y que posiblemente alguien le hubiera explicado acerca del tema.
Riesgos del embarazo adolescente: partos prematuros
Lamentablemente cuando llegó el momento de dar a luz, el tiempo no era el indicado, su parto se había adelantado, era riesgoso tanto para ella como para él bebe, un parto prematuro.
En la primera historia la bebe nació prematura, a los siete meses de gestación, sus pulmones aún no se habían desarrollado, el peso no era el ideal, estas son las consecuencias que puede traer consigo quedar embarazada en la adolescencia, y esto fue lo que vivió Anastasia al salir embarazada a los 14 años.
La niña que pesaba 4 libras, no lloraba como cualquier otro bebe, sus pulmones eran pequeños y no se habían desarrollado completamente por lo que fue trasladada al área de Neonato, donde estuvo vigilada y con tratamiento especial que le ayudaría a terminar de desarrollarse.
Con una sonrisa nerviosa por volver a rememorar aquellos episodios que cambiaron su vida de un día a otro nos dice “antes me levantaba casi a las 10 de la mañana, no tenía responsabilidad alguna más que mis estudios, cursaba el tercer año de la secundaria, imagínate”.
“Cuando Logre bachillerarme, mi bebe ya tenia tres años fue muy difícil porque a veces si nos alcanzaba para la leche y pañales no nos alcanzaba para comprar los cuadernos u otras cosas que nos solicitaban en el Instituto”, sin embargo, esa joven, ahora de 25 años con mucho esfuerzo logró culminar la secundaria.
"Mi su sueño era estudiar enfermería", hasta hoy en día no ha podido retomar con sus estudios superiores, pues a los 22 años, volvió a quedar embarazada de una niña que actualmente tiene tres años, claro su cuerpo y su mente ya asimila mejor esta situación pero aún así dice no “sentirse preparada para afrontar una maternidad completa”.
Si hablar de menstruación en casa era un tabú decir algo de relaciones sexuales era pecado mortal
¿Quién podría estar preparado para ser madre a los 14 años?, su cuerpo, su mentalidad, su condición económica era la de una muchacha que apenas finaliza el segundo año de la secundaria .
Mari Hernandez actualmente de 28 años, quedó embarazada a los 14 años, relata que en aquel entonces que “el mundo se le venía encima”, no sabia como decirlo a sus padres, no había una confianza como tal para hablar de ese tema, puesto que hablar de sexualidad sigue era un tabú, y es que incluso, Mari nos comenta que hablar de que le había bajado la regla era como un pecado, “eso no se hablaba en casa, imagínate decir que quería tener novio”, todo el tema era visto con pudor.
En vez de prevencion hablar de sexualidad era visto como incitación, “creo que era la edad perfecta para hablar del tema, me hubiese gustado estar informada”. “Es algo muy duro, nadie está preparado para eso peor yo que estaba en una edad que era bastante pequeña, la verdad fue muy difícil enfrentar esa etapa por los prejuicios de las personas, no es normal ver embarazada a alguien en esa edad, el que dira la gente, el que iban a decir mis padres”.
Mari tuvo que dejar a un lado sus estudios, logró terminar segundo año, con cuatro meses de embarazo, pero después tomó una pausa pues nos comenta que sentía algo de pena ver como su pancita iba creciendo y quería evitar comentarios de su entorno y a pesar que cursaba el segundo año de la secundaria jamás escuchó hablar de sexualidad, métodos de protección para evitar quedar embarazada, peor aún en su hogar .
“Mis padres son unas personas muy reservadas no hablaban del tema, fue falta de orientación y aprendizaje el haber quedado embarazada a los 14 años”.
La joven de ahora 28 años nos explica que en su momento por parte de amigas escuchó hablar de preservativos, así como tipo broma, pero que de igual manera sentía vergüenza ir a una farmacia o a un centro de salud para adquirirlos.
Actualmente su hija tiene 14 años, la misma edad en la que ella quedó embarazada y trata de orientarla, porque siente cierto temor por todo lo que ella ha pasado, aunque asegura que se le hace un poco complicado hablarle del tema, “es difícil abordarlo o buscar las palabras correctas para explicar sobre sexualidad a tu hija, pero siempre trato de hacerlo a como hubiese deseado que lo hicieran conmigo”
“Yo voy a romper con ese ciclo generacional, mi hija no pasara por eso”
Cabe destacar que el papá de su hija también era un adolescente de 15 años, sin embargo no se vio afectado en sus estudios, el continuo su vida normal a diferencia de ella, que solo salía cuando lo ameritaba a sus controles prenatales, porque no quería que sus familiares y amistades la vieran embarazada.
Cuatro años después esta madre adolescente logró retomar sus estudios, oportunidad que no todas tienen, ella contó con el apoyo de su familia económicamente y moralmente e incluso el padre de su hija se hizo responsable compartiendo los gastos de la pequeña.
Su hija cursa el segundo año de secundaria, y Mari está apunto de graduarse de Licenciado en Contabilidad Pública y Finanza.
La disponibilidad de servicios de salud, educación, asesoramiento y apoyo son fundamentales para prevenir los embarazos adolescentes
Es fundamental destacar que, a pesar de estos desafíos, muchas madres adolescentes pueden superar estas dificultades con el apoyo adecuado. La disponibilidad de servicios de salud, educación, asesoramiento y apoyo social puede marcar una gran diferencia en el resultado tanto para la madre como para el bebé.
Según los expertos, la edad más apropiada para ser madre es entre los 20 y los 35 años, ya que el cuerpo y la mente están mejor preparados para hacer frente a la responsabilidad de tener un bebé.
Pero qué pasa cuando la cigüeña se adelanta y te conviertes en madre adolescente? Esta es la historia de de quien llamaremos Beatriz, quien salió embarazada a los 15 años, su testimonio es el mismo de miles de mujeres, que se convirtieron en madre a temprana edad, por descuido, por desinformación, pobreza, tabúes y otras razones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que aproximadamente 17 millones de adolescentes dan a luz cada año. No es ninguna casualidad que el embarazo precoz sea la segunda causa de mortalidad en muchachas de 15 a 19 años.
La prevención del embarazo en la adolescencia y la promoción de la educación sexual y el acceso a métodos anticonceptivos son estrategias importantes para abordar este problema.
La adolescencia ya puede ser un período desafiante por sí mismo, y el embarazo durante esta etapa puede añadir complejidades adicionales. Promover la conciencia sobre la salud sexual, el consentimiento y el acceso a métodos anticonceptivos puede reducir significativamente las tasas de embarazo no deseado.
"Deberíamos de trabajar más en la educación sexual, lamentablemente tenemos sistemas de salud para resolver no para prevenir"
“Los embarazos adolescente son prevenibles pero hay muchos factores que influyen, sin dudas los sociodemográficos, el nivel de escolaridad, escasa información sobre sexualidad, mitos, tabúes, información distorsionada por la ignorancia, mal uso de la tecnología y la falta de acceso a los servicios de salud, donde la salud no busca al adolescente, ya el adolescente llega con una problemática, ya que los sistemas están para resolver no para prevenir” Así lo afirma una trabajadora de la salud que dedica parte de su tiempo a educar a las adolescentes en cuanto a métodos anticonceptivos.
Soledad enfermera de profesión y cuyo nombre real es preservado en este texo, afirma que los sistemas de salud no tienen estrategias para trabajar en campañas de inclusión. "Si hay planes, pero solo están escritos en documentos, no se cumplen, no hay un interés por incidir en ésta problemática de forma seria, a pesar de tener porcentajes de embarazos en la adolescencia altos. Además los sistemas de educación no están preparados para poder ofrecer materia de sexualidad que oriente al adolescente".
"En mi caso y trabajo desde las comunidades cada que puedo hablo con las chavalas y chavalos sobre uso de condón y protección ante embarazo y enfermedades, lo hago de forma oculta por que no estoy autorizada, a nosotras solo nos piden datos de embazos para que las chavalas salgan vivas con su criatura pero no para prevenir que esto ocurra".
Lamentablemente en nuestro país y comunidades solo nos centramos en el embarazo, no hay correcta formación en el uso del condon masculino y el acceso, porque estos embarazo se podrían evitar con el simple uso de preservativos" afirma Soeldad.
Soledad además enfatiza que el trabajo de educación sexual no es una puerta a la promiscuidad al contrario es la orientación a hacer las cosas bien. "Con esto no es que esté de acuerdo a que los adolescentes tengan vida sexual a temprana edad y a la promiscuidad, pero es uno de los anticonceptivos de menor costo y de mayor accesibilidad que criar bebes o tener infecciones de transmisión sexual que incluso pueden culminar en cáncer".
