Desde la Basílica Menor de San Sebastián, el Vicario Foráneo de Carazo, padre, Cesar Alberto Castillo, oficializó el inició de la visita de Altares, en medio de una salva de cohetes, morteros y cargas-cerradas y el incesante repicar de las campanas.
En las dos principales parroquias de Jinotepe, Santiago Apóstol y San Antonio de Padua, los devotos Marianos, honraron a la Virgen desde tempranas horas, mientras que en San Marcos, el ir y venir de los sanmarqueños en la entrada al templo católico, se prolongó hasta altas horas de la noche.
Igual que en el Rosario, la Paz y Santa Teresa y Dolores, donde los párrocos hicieron lo propio.
En La Conquista, el Rector del Santuario del Señor de Esquipulas, padre, Daniel Alberto Cano Narváez, junto a su feligresía la sacaron del estadio primeramente con una procesión y luego con la visita de los altares, jamás vista, mientras que en la Casa Cural, las filas no se hicieron esperar con brindis que abundaron, incluso juguetes para los niños.
La imagen de La Virgen, fue colocada en cada parroquia para la veneración de los fieles en lo que según la tradición es el adormecimiento para la solemnidad de la fiesta de la Asunción.
Según el dogma de la iglesia católica, la Virgen María, madre de Jesucristo, por su misma divinidad y obediencia al padre, fue asunta al cielo sin conocer la corrupción del sepulcro y esta junto a su hijo amado.
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