Desde las ocho de la mañana, “mamá Lety” como es conocida se ubica todos los días en una de las zonas más transitadas del parque central de Jinotepe, donde ofrece sus caramelos y rosquillas en un canasto cubierto por un plástico rojo. Ella solicita una silla de ruedas para seguir ofreciendo sus productos, porque tiene desgastes en las rodillas y el caminar se vuelve un acto cada vez más doloroso.
La señora de ochenta y ocho años cubre con una bufanda, su cara ya marcada por las arrugas, para protegerse del sol y del frio. “Mama Lety” comentó para el periodista Luis Campos, que a ella le iban a operar la rodilla una brigada de médicos provenientes de Estados Unidos, sin embargo debido a que no le daban un resultado concretamente positivo con la cirugía no se la realizó por miedo.
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“Yo padezco de la rodilla, no puedo caminar, porque no me quise operar con una brigada que vino de los Estados Unidos, porque me dijeron que quedaba mejor o peor, entonces yo no me quise operar. Yo necesito una silla de rueda, que me la regalen. Pido la limosna para irme en taxi. Actualmente se moviliza con la ayuda de un bastón, pero ya no es suficiente, el padecimiento se ha intensificado.
Su único deseo es seguir ganándose el pan de cada día a través de su venta, por lo que si usted desea colaborar con la ciudadana de la tercera edad usted la puede encontrar en las instalaciones del parque central de la cabecera departamental.