Ordóñez (no es su nombre verdadero) tenía 20 años cuando decidió poner fin a un complejo de baja estatura que lo tenía "desesperado"medía 1,61 metros y se sentía mal consigo mismo, hasta tal punto que su complejo se había convertido en un "problema psicológico", le explica a BBC Mundo en conversación por Skype, tras hablarlo con su padre y "buscar y buscar un método para poder crecer", en 2014 viajó al Centro Ilizarov de traumatología restaurativa y ortopedia en Kurgan, Rusia, a 12.600 kilómetros de su Cali natal, pasó cinco meses solo, en pleno invierno ruso, tras someterse a una dolorosa operación de aumento de estatura.
Tras fracturarle el hueso de la tibia en dos sitios, le colocaron dos aparatos fijadores externos unidos al hueso mediante dos tornillos largos cada día, Esteban iba creciendo milímetro a milímetro, al cabo de cinco meses, había crecido 5,5 centímetros. Los médicos también le subsanaron una deformidad que tenía en los pies y que hacía que estuvieran ligeramente torcidos, y corrigieron el arqueamiento de sus piernas pero para él, la razón principal para tanto esfuerzo era clara: aumentar su estatura. Su familia pagó 16.000 euros entre el tratamiento, el pasaje de avión, la visa y la alimentación "extra", porque a este colombiano le costó adaptarse a la comida "poco sabrosa" de un hospital ruso.
Dolor y disciplina
El nombre del hospital donde fue intervenido Esteban hace referencia al médico soviético Graviil A. Ilizarov, quien desarrolló la primera técnica que permitió el alargamiento de extremidades al ver que si un hueso se sometía a un proceso de separación, podía regenerarse.Los principios descubiertos por él en la década de los años 50 se aplican todavía en todo el mundo para corregir malformaciones congénitas, tratar a niños con diferencias en el largo de sus extremidades o a personas que han perdido sustancia ósea tras un accidente, por ejemplo.
Pero cada vez más gente se somete a estas intervenciones dolorosas, caras y no exentas de complicaciones por motivos estéticos, además de Estados Unidos y Rusia, estas intervenciones también se realizan en otros países, aunque con distintos precios y nivel de desarrollo de la técnica, los cirujanos consultados mencionan China, India, Egipto y Armenia, entre otros. En India, por ejemplo, hay mujeres que se someten a operaciones para crecer y así mejorar sus posibilidades matrimoniales, pero el sector allí "carece de regulación", según publicó el diario The Guardian en un reportaje, y las operaciones son realizadas a veces por médicos sin la cualificación necesaria.
Algunas personas lo hacen a espaldas de familiares o amigos y solo se lo cuentan a un círculo muy íntimo y cercano, eso es lo que hizo Ordóñez, quien se lo dijo solo a su familia y a su novia. "No es lo mismo que operarse las tetas o la nariz. Es muy duro, demasiada disciplina requiere", dice Ordóñez, quien Uno de los médicos que realiza estas intervenciones de alargamiento óseo (en la mayoría de casos a pacientes con deformaciones o dismetrías en las extremidades) es Alejandro Baar, de la clínica Las Condes, en Chile.
Baar le explicó a BBC Mundo que antes de considerar la operación, se somete al paciente a exámenes generales para descartar alguna enfermedad o contra-indicación que pueda complicar la intervención, además los pacientes son examinados por una psicóloga y se les comunican los posibles riesgos, entre ellos, "infecciones, rigideces en las articulaciones o que se fracture el hueso".ahora tiene 22 años.
Fuente: BBC