Tal como publica Nature, el paciente, cuya identidad no se ha revelado, pudo dejar de tomar medicamentos antirretrovirales, sin signos de que el virus regresase 18 meses después. La técnica de célula madre se utilizó por primera vez hace una década para Timothy Ray Brown, conocido como el "paciente de Berlín", que todavía está libre del virus.
Al igual que Brown, este paciente también padecía un cáncer de sangre que no respondía a la quimioterapia. Requería, por tanto, de un trasplante de médula ósea, en el cual sus células sanguíneas serían destruidas y sustituidas con células madre trasplantadas de un donante sano.
Pero en lugar de elegir cualquier donante adecuado, el equipo científico, de la Universidad de Cambridge seleccionó un donante que tenía dos copias de una mutación en el gen CCR5, lo que proporciona a las personas resistencia al VIH. Este gen se codifica para un receptor que se encuentra en la superficie de los glóbulos blancos involucrados en la respuesta inmunitaria del cuerpo. Normalmente, el VIH se une a estos receptores y ataca a las células, pero una modificación en el gen CCR5 impide que los receptores funcionen correctamente. Es una característica, no obstante, muy inusual: alrededor del 1% de las personas de ascendencia europea tienen dos copias de esta mutación y son resistentes a la infección por VIH.Pero lo innovador de este rasgo es que ha sido utilizado como terapia y, por lo que parece hasta ahora, es efectiva.
Método
Los investigadores informan que el trasplante reemplazó con éxito los glóbulos blancos de la sangre del paciente con la variante resistente al VIH. Las células que circulaban en la sangre del paciente dejaron de expresar el receptor CCR5 y, en el laboratorio, los investigadores no fueron capaces de volver a infectar estas células con la versión del VIH del paciente.
Finalmente, el equipo descubrió que el virus desapareció por completo de la sangre del paciente después del trasplante. Después de 16 meses, el paciente dejó de tomar medicamentos antirretrovirales, el tratamiento estándar para el VIH. En el último seguimiento, 18 meses después de suspender la medicación, todavía no hay signos del virus. ¡Éxito! Eso sí, deberá transcurrir algo más de tiempo para determinar si el paciente se considera completamente curado.
¿Qué carencias tiene este tratamiento?
Graham Cooke, un investigador clínico en el Imperial College de Londres, señala que este tipo de tratamiento no sería adecuado para la mayoría de las personas con VIH: que no tienen cáncer y, por lo tanto, no necesitan un trasplante de médula ósea, un procedimiento serio que a veces puede tener complicaciones fatales. "Si estás bien, el riesgo de recibir un trasplante de médula osea es mucho mayor que el riesgo de seguir tomando medicamentos todos los días de tu vida“, comenta, basándose en el hecho de que la mayoría de las personas con VIH responden bien al tratamiento antirretroviral diario.
No obstante, Cooke agrega que para aquellos que necesitan un trasplante para tratar la leucemia u otras enfermedades, parece razonable intentar encontrar un donante con la mutación CCR5, lo que no agregaría ningún riesgo al procedimiento. Gero Hütter, quien dirigió el tratamiento de Brown y ahora es director médico de la compañía de células madre Cellex en Dresde, está de acuerdo en que este tipo de tratamiento solo podría usarse para un pequeño grupo de pacientes. Pero espera que el artículo estimule un interés renovado en investigar terapias genéticas dirigidas a CCR5, que podrían aplicarse a un grupo mucho más amplio. "El verdadero avance todavía lo estamos esperando”.