La población que descargó y jugó con la aplicación Pokemon GO terminó caminando más, de acuerdo con un nuevo estudio, pero esa actividad no duró demasiado.
El juego de realidad aumentada, que se lanzó en julio, necesita de un teléfono celular inteligente para que el usuario localice y capture personajes que aparecen en la pantalla en escenarios reales. Así, pueden competir con otros jugadores en sitios virtuales llamados gimnasios.
Uno de los autores del estudio, Christian Suharlim, de la Escuela de Salud Pública T. H. Chan de Harvard, Boston, recordó que uno de los beneficios que se le había atribuido al juego era la actividad física al tener que salir a caminar para dar con las criaturas ficticias.
El equipo de Suharlim convocó a 1.182 jóvenes de Estados Unidos para participar de una encuesta online. Casi la mitad llegó por lo menos al quinto nivel del Pokemon GO, es decir, había jugado por lo menos dos horas, mientras que el resto no jugó. Esto le permitió a los autores tener en cuenta factores como el tiempo, que influyen en la actividad de la población.
Todos los participantes tenían un iPhone 6, que monitorizó los pasos automáticamente.
"Básicamente, les pedimos que cargaran los pasos antes y después (de la instalación) del juego y, así, pudimos ver cómo cambiaban sus patrones de actividad física", dijo Katherine Howe, coautora del estudio.
Los jugadores del Pokemon GO daban unos 4.256 pasos por día el mes previo a instalar el juego. El promedio aumentó unos 955 pasos diarios la primera semana, es decir, 11 minutos más de caminata por día, según publica el equipo en The British Medical Journal.
Eso equivale a la mitad de los 150 o más minutos semanales que recomienda caminar la Organización Mundial de la Salud.
Pero la cantidad de pasos fue disminuyendo cada semana. A las seis semanas, según publica el equipo, era la misma que antes de descargar el juego.
Reuters