Guzmán era un férreo defensor de los derechos humanos del pueblo nicaragüense. Con megáfono en mano y en su silla de ruedas participaba en cada manifestación desde donde cuestionaba al gobierno de Daniel Ortega por los crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo de Nicaragua.
"Yo no vivo en Nicaragua, pero si mis hermanos nicaragüenses si y aunque no viva allá, yo sufro el dolor que ellos padecen", dijo en una entrevista brindada a República 18 en la "Marcha por la Unidad", realizada en San José Costa Rica.