"Funcionó en Panamá, funcionó en Nicaragua una vez, y va a funcionar allí (Nicaragua) otra vez, y va a funcionar en Venezuela y Cuba", sentenció el enviado de la Casa Blanca.
Esta medida de la Casa Blanca es la primera acción de este tipo contra un gobierno en el Hemisferio Occidental, en más de 30 años. Con esta sanción, Venezuela ha alcanzado un nivel de Estado paria y se ubica a la par de países “peligrosos”, como Corea del Norte, Irán, Siria y Cuba.
Cuba enfrenta un bloqueo brutal que ha condenado a los cubanos a vivir en la miseria, bajo la indolencia de la dictadura de los Castro, que controla la isla desde hace casi 60 años. La disposición firmada por Trump especifica que los activos del gobierno venezolano o de los funcionarios chavistas no podrán venderse, cobrarse o transferirse. El decreto también prohíbe a los ciudadanos y empresas norteamericanas hacer negocios con empresas venezolanas, con el régimen de Maduro o con funcionarios de la dictadura del país suramericano.
“Todos los bienes e intereses en bienes que se encuentran en Estados Unidos (…) o que se encuentren o se puedan encontrar en el futuro en posesión o control de cualquier persona de Estados Unidos están bloqueados y no pueden ser transferidos, pagados, exportados, retirados o tratados de otra manera”, ha indicado la orden ejecutiva.
En una carta enviada por Trump al Congreso de su país informándoles sobre el decreto, el presidente adujo que “he determinado que es necesario bloquear la propiedad del Gobierno de Venezuela a la luz de la continua usurpación del poder por el ilegítimo régimen de Nicolás Maduro, así como los abusos de los derechos humanos del régimen, el arresto arbitrario y la detención de ciudadanos venezolanos, la restricción de la prensa libre y los intentos continuos de socavar al presidente interino Juan Guaidó de Venezuela y a la Asamblea Nacional elegida democráticamente”",