En el año de 1983 se había prohibido que los hombres que sostuvieran relaciones con personas de su mismo sexo donaran sangre por temor a la transmisión de sida. Sin embargo, en el 2016 se realizó una reforma en la cual se establecía el ejercicio de donación por los gays, sin embargo, debían esperar el periodo de un año. Hecho que provocó sentimientos y pronunciamientos dirigidos por la indignación, pues era un espejo que reflejaba sin turbio los actos de discriminación.
En ese sentido, después del 2016 Estudios de la Agencia Francesa de Salud Pública han demostrado que el haber permitido a los homosexuales donar sangre no había aumentado el riesgo de transmisión del virus del sida.
En el 2020, entrará en vigencia la Ley, con el objetivo de nivelar las condiciones en cuantos a derechos ciudadanos entre las ciudadanía homosexual y heterosexual. La ministra de salud Agnès Buzyn, mencionó que reducir a cuatro meses el período de abstinencia está relacionado a los criterios de selección de los donantes, basado en "elementos científicos, objetivos e independientes".