Los enfrentamientos se dieron esta semana cerca de la región de Idlib, controlada por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir Al Cham (HTS), antigua rama de Al Qaida. El miércoles por la noche, las fuerzas dominadas por HTS tomaron el pueblo y la colina de Hamameyat, en la provincia de Hama. "Desde entonces los contra ataques para retomar el pueblo no han cesado, además de los bombardeos aéreos y con artillería pesada" en la zona reconquistada por HTS y los rebeldes, indicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. Obligando a unas 330,000 personas a huir, según la ONU.
La región de Idlib es el espejo que refleja la imagen de la escalada más violenta de la zona desde un acuerdo alcanzado en septiembre de 2018 entre Rusia y Turquía, para apoyar a los rebeldes y evitar una gran ofensiva. Naji Mustafa, portavoz del Frente de Liberación Nacional, aliado de los yihadistas, indicó por su parte que esta colina era "estratégica porque domina (...) las vías de suministro de las fuerzas enemigas".
A finales de abril, el régimen sirio con apoyo de Rusia incrementó los ataques en la provincia de Idlib y sus alrededores. En la región viven tres millones de civiles, entre ellos muchos han sido desplazados a otras partes.