Según la información, el homicida, de 36 años, se quitó la vida luego de perpetrar el atroz crimen.
El homicida llegó hasta el gimnasio en el que estaba su ex pareja y, sin mencionar una sola palabra, le disparó en dos ocasiones a la altura de la cabeza, ocasionándole la muerte de manera instantánea.
Algunos testigos que estaban en la zona manifestaron que el sujeto logró escapar del lugar, sin embargo, fue hallado sin vida unas calles más adelante.
Trascendió que la víctima y el victimario habían iniciado una especie de relación amorosa cuando ella era una menor de edad y él tenía 23 años. Desde ese momento iniciaron los maltratos físicos, verbales y psicológicos.