El más joven, de 15 años, recibió un balazo en el muslo derecho, al de 16 años lo pegaron cuatro veces en la pierna derecha, y el adulto, de apellido Vallejos, también sufrió un impacto en la pierna derecha.
“Los hechos se reportaron alrededor de las 10:30 p.m., dos personas menores de edad y uno de 31 años identificado con el apellido Vallejos, de nacionalidad nicaragüense, caminaban sobre la vía pública y en apariencia fueron interceptados por dos individuos, quienes les dispararon en varias ocasiones”, reportó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El suceso ocurrió una de las alamedas de Rincón Grande, Pavas, específicamente en una callecita donde, según vecinos, hay un comercio que atiende 24/7.
Los heridos fueron trasladados en un carro particular a la Estación de Bomberos de Pavas, donde uno a uno los dejaron tendidos en la acera. Una unidad médica trasladó a dos de ellos al Hospital San Juan de Dios, al tercero lo transportaron en un vehículo particular.
“Eso que hicieron es normal, con frecuencia vienen a dejar personas heridas con necesidad de traslado hospitalario (…) lo que hacemos es cerrar los portones, brindar asistencia primaria para estabilización y luego de eso los llevamos al centro médico”, comentó el bombero encargado de la estación.
Frente a Bomberos se estacionó una patrulla de la Fuerza Pública para prevenir un contraataque.
“Oficiales de la unidad policial localizan a un menor de 16 años con varios impactos en la pierna derecha, otro menor de 15 años con un impacto en muslo derecho, estos atendidos en la escena del suceso y trasladados por la Cruz Roja, y un tercero, nicaragüense, identificado con el apellido Vallejos, de 34 años, con un impacto en la pierna derecha, quien fue trasladado en un vehículo particular a la Estación de Bomberos de Pavas”, informó la Fuerza Pública.
COMUNIDAD AQUEJADA
Un equipo periodístico de DIARIO EXTRA fue hasta el lugar de los hechos, donde una persona nos dijo: “Yo les recomiendo que mejor se retiren”, mientras nos mostró una herida de bala en un brazo, que sufrió hace un tiempo.
Ninguno de los vecinos consultados quiso identificarse por temor a las represalias.
Un hombre que trabajaba en una alameda dijo que en Pavas las balaceras ya no son noticia y que son pan de cada día. Comentó que prefiere encerrarse en su casa y desentenderse de lo que sucede afuera.
Dos comerciantes justificaron trabajar encerrados con mecanismos de seguridad y que después de terminar se encierran para no tener nada que ver con lo que ocurra.
El incidente se registró a las 10:30 p.m., por eso la escasez de testigos en escena y la falta de imágenes de los hechos. No obstante, lo que se escucharon fueron seis detonaciones.
“Esos güilas son del otro lado, son nicaragüenses. Cuando salen andan haciendo daño (…) Son lo que son, güilas”, declaró un habitante de la calle, quien duerme en la esquina de una alameda.
