El nicaragüense vivía en las calles y se alimentaban de desperdicios en México. El muchacho de 28 años estaba desorientado y tenía heridas tras aparentemente ser golpeado por desconocidos en la ciudad de Veracruz.
Sobalvarro es originario de El Cuá, Jinotega, y fue auxiliado por unos buenos samaritanos que lo llevaron a un albergue, lo bañaron, le curaron las heridas y le dieron ropa limpia. Posteriormente se comunicaron con la organización Texas Nicaraguan Community, que a su vez logró contactar a su familia en Nicaragua.
El objetivo es repatriar a Juan Antonio por la vía terrestre para que se recupere con ayuda de los suyos, sin embargo, sus parientes son de escasos recursos y no pueden costear los gastos.
Dicha organización realizó los trámites migratorios para que Sobalvarro consiguiera un salvoconducto temporal para hacer posible su viaje, sin embargo, este expirará el próximo 12 de septiembre. Por lo tanto, piden a las personas de buen corazón apoyar a Juan Antonio para que pueda reunirse con su mamá en Jinotega.
María Sobalvarro madre del joven afirma que no hay deseo más grande que poder reencontrarse con hijo, el cual salió del país en busca de mejores condiciones de vida, pero lo que encontró fue un calvario.