La captura ocurrió poco tiempo después de que lanchas del Servicio Nacional de Guardacostas de Costa Rica y aeronaves estadounidenses, capturaron en las mismas aguas otra lancha de pesca de nombre “Miguelito” cargada con 30 pistolas calibre 9 milímetros con 60 magazines.
En la embarcación que trasladaba las armas fueron capturados cuatro costarricenses, quienes junto a los otros tres ticos y el nicaragüense fueron trasladados hasta el muelle de Incopesca en el puerto de Puntarenas, donde fueron sometidos a investigaciones por parte de agentes judiciales.
Ambos casos quedaron en manos del Organismo de Investigación Judicial y del Ministerio Público.