Sus primeros “nuditos” tejiendo recuerda que los hizo a la edad de 10 años. Fue de la mano de una compañerita de clases que aprendió este bonito arte que hasta el día de hoy la acompaña.
“Yo la miraba que mi amiga tejía en las horas de recreo y le dije ‘quiero aprender’, le pregunté si me podía enseñarme y me dijo que sí. Entonces yo me iba por las tardes a su casa y nos poníamos las dos a tejer”, cuenta Brenda Elizabeth Molina, quien está detrás del proyecto Artideas Manualistas.
Esta socióloga, menciona que lo primero que diseñó en su niñez fue un monedero. Después de ese primer producto, vinieron cosas más grandes como tapetes, que según ella se usaban mucho en esa época en las casas, hasta caer ahora con las coloridas carteras de trapillo, “un producto que lo podés andar en cualquier lado, es bonito y lo mejor es de algodón”, añade.
Aclara que, como tienda, Artideas ya existía en el Centro Comercial Managua, pero su emprendimiento surge en enero de este año con las carteras de trapillo. “Se me encendió la chispa y dije voy hacer lo que siempre he hecho: tejer, pero nunca había tejido con trapillo, comencé, me gustó, miré que el resultado era bueno y me dije por aquí voy”, confiesa Molina.
Refiere que el trapillo es tela reciclada que compra en las empresas que hacen camisetas, pues es el excedente que cortan de las mismas y de eso resulta el llamado trapillo, la materia prima de donde surgen hermosos y coloridos bolsos.
“Cuando comencé a tejer en la tienda, como aquí ofrecemos diversos cursos, mi otra socia, Margarita Argüello, me dijo 'porque no impartís un taller de trapillo', lo hice, me vinieron alumnas, como siempre mujeres, excelentes tejedoras, y comencé a investigar sobre los beneficios de tejer, no sólo es tener una pieza bonita, un buen acabado, sino que aporta a la salud, investigando en la red encontré artículos de cómo el tejer activa partes del cerebro que generalmente no lo usamos y lo beneficioso que era, entre otras cosas, para prevenir el alzhéimer”, manifiesta esta manualista.
Además de bolsos y carteras, también diseña pantuflas. “Hice 20 pares de pantuflas para llevarlas como donación a un asilo de ancianos en Matagalpa. Una amiga tiene ese proyecto y me preguntó ¿en qué podía colaborar con ella? y yo le ofrecí hacer las pantuflas”, refiere esta profesional, quien se involucró de esta forma en esta causa altruista.
Sobre los diseños de los bolsos, menciona, que “el tejido le habla a uno, comenzás con las primeras puntadas y vas ahí buscándole la forma, A veces ya tenés algo preconcebido, en otras te encargan algo específico, pero también podés inventar”, dice Brenda, que de enero a la fecha ha diseñado alrededor de 30 bolsos.
“Todos son colores vistosos, veraneros, pero los que tienen más demanda son los rojos y los azules”. Con este mismo material (trapillo), Molina asegura que se puede hacer ropa, trajes de baño, entre otros.
En Artideas Manualistas se imparten talleres de resina, bisutería, porcelana fría, cartonaje, que es para aprender a hacer cajas y bolsas; y talleres de repujado. Los cursos son impartidos de lunes a sábado, de 9:00 a.m. a 12:00 p.m. y de 1:00 p.m. a 5:00 p.m. La clase tiene un valor de 250 córdobas. Para mayor información puede llamar al: 8873-1081.
Sobre los emprendedores
Guadalupe Martínez, especialista en emprendimiento e innovación, define el emprendimiento como una idea que nace de la creatividad de la persona.
“Cuando uno de repente se queda en un espacio determinado y dice ‘tengo que hacer algo’, nace una idea y luego se implementa, esa idea que nació, ante una necesidad, el emprendedor dice ‘esta es mi oportunidad, lo voy hacer’…”, explica en el programa televisivo Vida con Propósito.
Sobre si ¿Un emprendedor puede ser cualquier persona?... la experta aclara que sí, siempre y cuando quiera. Entre las características que debe tener todo emprendedor, la primera es ser resiliente, “si vos sos resiliente, te vas adaptando a la situación, o vas mejorando alguna idea, pero sin desfallecer, porque de nada nos sirve que quieras hacer algo y ya a la primera digas no, ya no sigo, no puedo, te autobloqueas, te autosaboteas”, dice.
Lo otro es ser apasionado, ya que le tiene que gustar mucho a la persona lo que va hacer. Otras de las características es ser enérgico y constante. “No es que hoy te pareció una idea y al día siguiente ya no, entonces no hay esa constancia. La otra característica es ser disciplinado, el emprender tiene sus riesgos, pero muchas veces algunas dificultades surgen cuando uno no se exige…”
Martínez aconseja tener claro el plan de negocios, “tener bien clara la misión, visión, cuál será tu FODA, el valor agregado del producto, tu mercado, cuáles van a ser los servicios que vas a ofrecer, con qué tipo de personas vas a trabajar y ver las finanzas, la segmentación de mercados, la distribución…”.
Dulce proyecto
Desde tortas de chocolate, alfajores, pie de limón, rosca de reyes, tres leches, volteado de piña, pío V, pastel de zanahoria, carlota de limón, arroz con leche hasta galletas decoradas, son las delicias que elaboran las manos mágicas de Amanda Lucía Pérez para complacer paladares.
“Desde niña aprendí lo básico, mi mami los elaboraba y como en ese entonces ella no tenía batidora, yo le ayudaba a batir a mano y así me fui enamorando de la pastelería. Ahora voy a cursos y los tutoriales son de mucha ayuda”, refiere esta capitalina, que está detrás de ‘Queques Caseros’.
Un emprendimiento que surgió en el 2014 y nace con la idea de formalizar los encargos que le realizaban. “Muchos me preguntaban cómo se llamaba mi negocio, entonces dije ‘ya es tiempo de ponerle nombre’ y así nació Queques caseros”, recuerda.
Sus inicios no fueron tan difíciles, pues asegura que tenía los moldes de su mamá, eran como ocho para entonces, actualmente posee en su inventario unos 20 moldes y 6 bandejas.
Su primer producto jamás lo olvidará, aparte que fue su “prueba de fuego”, tiene un significado muy especial ya que diseñó una torta para el cumpleaños de su única hija. “Fue difícil porque yo estaba acostumbrada a que mi mamá me dijera cuanto había que poner de ingredientes y esa vez lo tenía escrito en un papel, se me olvidó ponerle polvo de hornear y la torta quedó pesada, pero de sabor quedó bastante bien”, relata.
“Me gusta innovar, entrar a la cocina y saber que la receta de la torta que estoy elaborando puede ser mejor o tener un sabor distinto, siempre haciendo mezclas artesanales sin utilizar premezcla. Hago pasteles para cumpleaños, tres leches, volteado de piña, pío V, pastel de zanahoria, galletas decoradas y más, según el tema que desee el cliente y la temporada, por ejemplo, en Navidad no puede faltar el rompope”, añade.
Para el Día de las Madres ya tienen varios encargos y estará recepcionando pedidos hasta el 28 de mayo. Manifiesta que para estas fechas la demanda es alta, por lo que ha ido comprando materia prima de antemano. Si desea probar el sabor de ‘Queques Caseros’ puede realizar su pedido puede llamar al 8482 0456.
Embelleciendo las manos de sus clientas
Desde septiembre del año pasado Kassandra Tenorio se dedica a embellecer las manos de decenas de mujeres, un proyecto “glamuroso” que la vino a redescubrir como mujer y a reconocer su talento. Su profesión es periodista, pero las circunstancias actuales la llevaron a realizar esta actividad estética.
“Cuando aún trabajaba como periodista, inicié un curso de uñas acrílicas los fines de semana, el cual duró un mes. Lo tomé porque me gustó ver el resultado de mis uñas cuando iba a un salón de belleza y me encantó el proceso que estaban haciendo en ellas. Me dije: me gusta ésto, se ve bastante interesante”, confiesa la joven.
Nunca se imaginó que lo que tomó como un hobbie, se iba a convertir en algo a lo que se iba a dedicar. Al quedar desempleada, eso la impulsó a tomar este trabajo con seriedad y “a echarle ganas, ya no me veo sino es haciendo ésto, siempre supe que en mi había mucha creatividad y siento que a través de este oficio puedo poner en práctica todas mis ideas”, añade la joven de 26 años, que asegura que jamás de se había imaginado que en un futuro sería artista de uñas.
“No es solo venir y poner una uña, para que ésta te quede linda es un proceso de tiempo y mucha práctica”, resalta Tenorio.
“Mis primas y mis propias manos han sido mis modelos, no fue como ya de inmediato brindar el servicio, sino que hasta hace poco estoy cobrando en sí lo que es el trabajo, porque ya tengo mayor confianza en lo que hago, he mejorado muchísimo, todavía estoy en pañales, ya voy por mi tercer curso y no pienso detenerme, es una actualización constante, es de mucho aprendizaje y muchísima práctica”, manifiesta.
Asegura que el porche de su casa se ha convertido en un espacio de uñas. Cuando dio a hacer su mueble y lo instaló, las personas empezaron a ver que ella hacía ese tipo de trabajo y en diciembre sus clientas ya se le acumulaban, “fue un mes con bastante clientela, gracias a Dios nunca dejan de venir, siempre tengo gente agendada en la semana, no me esperaba que iba a llegar por la publicidad boca a boca, eso me ha ayudado mucho”, apunta.
Por ahora Tenorio alista su “arsenal” de limas, uñas y decoraciones varias para embellecer a las madrecitas en su día. Su plan es comprar publicidad en las redes sociales para promocionar los diseños que ha elaborado y que pueden servir para la temporada.
Entre sus planes está mejorar el espacio que tiene en su casa, hacer decoraciones en la pared, puesto que sueña que se respire arte en ese lugar. Acondicionar bien y seguir creciendo a nivel personal y en clientela. Para solicitar su servicio, esta chica, está ubicada del Palí Las Mercedes 1 cuadra al norte, 2 cuadras abajo, media al norte y media abajo.
Tenorio aclara que el mundo de las uñas no es nada sencillo, puesto que los materiales y los cursos son muy costosos, pero no hay que desanimarse. “Conozco historias de muchas manicuristas que hoy casi han creado un imperio de las uñas, empezaron en la cocina de su casa, con una mesita cualquiera, hay que seguir, hay que perseverar, hay que creer, mejorar, el éxito va a llegar como añadidura, no es algo que se crea de la noche a la mañana…”, finaliza la joven.
