Entre los fallecidos hay nueve niños, según ha confirmado la Oficina de Rescate de la localidad de Murree (25.000 habitantes), situada en una popular zona de montaña en la que ha ocurrido la tragedia, unos 65 kilómetros al noreste de Islamabad, la capital del país.
Un portavoz de la policía en la zona ha explicado que la mayoría de los fallecidos no ha muerto por el frío, sino por poner la calefacción del vehículo y quedarse dormidos. “El humo del calefactor fue lo que los mató”, ha relatado el agente Raja Rasheed en declaraciones a la cadena Geo TV.
Durante días, las redes sociales en Pakistán han estado inundadas de imágenes y vídeos de gente divirtiéndose con la nieve cerca de Murree, un pintoresco centro turístico construido por los británicos en el siglo XIX, y utilizado como sanatorio para sus tropas coloniales.
Hasta 100.000 vehículos habían llegado recientemente a Murree, donde los hoteles están a plena capacidad y muchos visitantes se vieron obligados a dormir en sus coches.
Los residentes locales llevan días dedicados a la distribución de comida y mantas a los turistas atrapados en sus vehículos, mientras que el Gobierno paquistaní ordenó a última hora del viernes el cierre entero de la zona para impedir la llegada de más visitantes, según ha explicado el ministro del Interior, Rashid Ahmed. Murree, que ha sido declarada zona catastrófica según informa el diario paquistaní Dawn, está completamente colapsada por las nevadas que comenzaron la pasada noche del martes.
Las autoridades advirtieron el pasado fin de semana de que demasiados vehículos intentaban llegar a Murree, pero ello no desalentó a las decenas de miles de turistas que acudieron en los últimos días. Su proximidad a la capital convierte la localidad en un frecuentado destino turístico para viajes de una jornada.