Una periodista de origen kurdo que escribía sobre la vida diaria en Raqqa, Siria, la capital del autodenominado califato del grupo Estado Islámico, fue ejecutada por ISIS acusada de espionaje.
La muerte de Ruqia Hassan, de 30 años, ocurrió en septiembre pasado, pero ISIS notificó a su familia apenas esta semana, según informan activistas sirios.
Hassan, quien escribía bajo el pseudónimo Nissan Ibrahim, estudió Filosofía en la Universidad de Aleppo y se unió al levantamiento en contra del presidente Bashar al-Assad cuando la revolución comenzó en Raqqa, en 2011.
Después de que ISIS tomó la ciudad en agosto de 2012, Hassan se negó a salir.
“Okay, si no queremos a Daesh (como se conoce a ISIS en árabe), y no queremos que la coalición bombardee a Daesh, y no queremos que el Ejército Libre Sirio luche contra Daesh… Entonces, ¿qué es exactamente lo que podemos hacer?”, escribió sobre el dilema que vive la ciudad.
La periodista podía publicar su vivencia en las redes sociales, desafiando los controles de ISIS sobre el internet, los cibercafés y las comunicaciones con el mundo exterior.
Había estado bajo vigilancia y fue arrestada en agosto del año pasado, acusada de ser contacto del Ejé
