"Rechazamos los resultados de las elecciones ilegítimas en Nicaragua", tuiteó Almagro.
"Insto a países de OEA a responder a esta clara violación de la Carta Democrática (Interamericana) durante su Asamblea" Almagro aludió al documento regional de defensa de la institucionalidad que rige desde 2001.
La situación en Nicaragua, sumida en una profunda crisis política tras las masivas protestas contra Ortega que estallaron en 2018, se debatirá en la Asamblea General de la OEA, el cónclave hemisférico anual que se celebrará del miércoles al viernes en formato virtual con Guatemala como anfitrión.
Almagro ya pidió en junio activar los mecanismos para aplicar a Nicaragua el Artículo 21 de la Carta Democrática Interamericana.
Esta disposición establece que un país puede ser suspendido de la OEA si dos tercios de los estados miembros deciden que se ha producido una "ruptura del orden democrático" y "las gestiones diplomáticas han sido infructuosas" para revertir la situación.
La suspensión debe ser votada en la Asamblea General, el órgano máximo de la OEA, y entraría en vigor de inmediato.
"La comunidad internacional debe exigir la anulación de las elecciones del domingo 7 de noviembre, y hacer un llamado a la celebración de un nuevo proceso electoral", concluye.
"La liberación de todos los presos políticos tiene que ser prioridad", había tuiteado el lunes Almagro, tras reunirse con las esposas de Félix Madariaga y Juan Sebastián Chamorro, dos de los siete aspirantes presidenciales detenidos.
Almagro, quien el viernes recibió las cartas credenciales del nuevo representante permanente de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, reafirmó también en Twitter su "compromiso de trabajar agenda de democracia, derechos humanos, seguridad, desarrollo y acceso a vacunas" en Nicaragua.
Su tuit publicado el 7 de noviembre provocó el mismo día la reacción burlona del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, quien retuiteó el mensaje de Almagro y su foto con McFields junto decenas de emoticones de estallidos de risa.
Ortega, quien llegó al poder por las urnas en 2007, fue reelegido para un cuarto mandato con casi 76% de los votos, según cifras oficiales.