La primera vez, la víctima fue violada en enero por una persona a la que considerada su amigo y que grabó el crimen. Posteriormente, lo hizo un conocido del violador, quien empezó a utilizar la grabación para chantajear a la menor y coaccionarla para que él y otros hombres pudieran abusar sexualmente de ella.
Las agresiones ocurrieron repetidamente en varias ciudades a lo largo de los siguientes meses. En al menos una ocasión, fue agredida por 15 hombres a la vez. Antes de violar a la niña, los agresores le daban zumo de fruta con sedantes.
El miércoles, los padres llevaron a la menor a la Policía, donde presentó su denuncia. Todo ese tiempo, la familia de la víctima desconocía las agresiones, dijo a la CNN un agente local.
Junto con otros cuatro individuos que todavía están siendo buscados, el total de los hombres que violaron a la adolescente, según su testimonio, alcanza los 33. Serán procesados conforme al código penal y, además, mediante la ley de Protección de Niños de Abusos Sexuales, que prevé castigos más severos.
Las denuncias sobre violación sexual son rutinarias en este país asiático, donde en 2019 se registraron en promedio 90 violaciones por día. En muchas ocasiones no se pudo identificar ni llevar a la justicia a los responsables. Ante la inacción de las autoridades, un grupo de personas enfurecidas asaltó en octubre de 2020 a un curandero que presuntamente había violado a una niña de unos 14 años en repetidas ocasiones, después de convencer a sus padres de que debía usar "métodos tántricos".
A veces, para atraer la atención del público y pedir justicia, los familiares de las víctimas recurren a medidas extremas. A principios de octubre de 2020, en el estado de Uttar Pradesh, los padres de una niña de seis años que murió víctima de violación colocaron el cadáver de su hija en una calle a modo de protesta.
