El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), José María Velasco, indicó que el calvario de las tres jóvenes, que hoy tienen 23, 21 y 17 años inició cuando vivían en Cuatro Cañadas-Bolivia, y los vejámenes siguieron cuando se trasladaron a la Pampa de la Isla, de la capital cruceña; sin embargo, los abusos fueron ocultados a la madre por temor que su enfermedad del corazón agravé su salud.
“Una de las víctimas cansada de los abusos decidió irse a Chile, para escapar de su padre. En su declaración relató que incluso su progenitor la obligó a practicarse un aborto”, manifestó Velasco.
Este hecho se conoció el pasado 10 de julio, cuando el hombre decidió visitar a sus hijas, donde también vive uno de sus hijos que tiene una niña de 9 años.
La hija mayor, dado a los antecedentes y abuso de su padre cuando ellas eran menores, se mantuvo pendiente de su sobrina.
Un momento de descuido, el agresor intentó abusar de la menor, esta puso resistencia ante la agresión de su abuelo.
Violó a sus tres hijas durante diez años
“Por los antecedentes que tenía el padre tomaron las previsiones y la hija mayor lo sorprendió pretendiendo abusar de la niña de 9 años; eso la llevó a denunciarlo. Lamentablemente es posible que existan otras víctimas”, señaló Velasco.
Tras la denuncia el Ministerio Público abrió una investigación lo que le permitió fundamentar la acusación; recolectar las pruebas y testimonios de las víctimas.
El hombre se sometió a un juicio abreviado, donde la jueza María Alejandra Menacho Melgar, lo sentenció a 25 años de privación de libertad en el penal de Palmasola. Esta sentencia dictada por el delito de violación a infante, niño; adolescente, sin derecho a indulto.
Las autoridades creen que puede haber más víctimas, por lo que se continuarán con las investigaciones sobre el caso.
Sin embargo, a pesar del hecho, las hijas recién hicieron la denuncia el 27 de julio; el mismo día en el que hicieron conocer de los abusos a su madre. Esta desconocía el calvario de sus hijas.
