El caso se registró el pasado 04 de agosto de 2021 cerca de la parada de buses de la sede central del Ministerio de Salud, conocido como Conchita Palacios.
Hernández Lozano estuvo 22 días preso en el Distrito Siete de la Policía, hasta su liberación el pasado 26 de agosto, cuando llegó a una mediación con la madre del infante, Josseling Gaitán.
El busero, quien está siendo apoyado en el proceso legal por su esposa Martha Damaris Zavala, se comprometió a pagar 20 mil dólares como indemnización. Un total de 12 mil dólares fueron entregados a lo inmediato y los restantes ocho mil serán pagados en dos cuotas de cuatro mil dólares cada una, con un plazo de tres meses. La causa contra el conductor seguirá abierta hasta que se complete el pago, informó el abogado defensor Bruno Ordeñana.
«Al mediar inmediatamente se le ordena la libertad (a Hernández Lozano) bajo el principio de oportunidad”, indicó el abogado defensor
Tanto Hernández Lozano como su esposa Martha Damaris Zavala han sido socios de la Cooperativa Parrales Vallejos casi desde la fundación de la misma. Hace 11 años Hernández Lozano había recibido nuevo el bus de la tragedia,de los que se pagan en cuotas a Caruna.
Se indicaba que Hernández desconocía sobre el hueco que tenía la unidad.
“Lo ignoraban, porque él (Hernández Lozano) mismo me dijo que ignoraba que eso se había hecho porque así venía de fábrica, porque todo el vehículo tenía una alfombra. Nadie sabía que ahí estaba eso. Ahí se mira la alfombra, lo que pasa es que la gente después lo abrió más. Hay unos videos sobre eso”, expresó Ordeñana.
En lo poco que pudo haber de juicio, pues fue suspendido con la mediación, llegó a declarar el médico forense Allan Reyes, quien manifestó que en el Instituto de Medicina Legal (IML) el caso fue tratado como un «accidente de tránsito asociado a precipitación».
La tragedia
La muerte del niño se produjo cuando se subió al bus en la parada del Conchita Palacios, en compañía de su abuelita paterna, Gregoria Polanco. La señora se quedó pagando el pasaje mientras el menor buscó asiento. La abuelita solo lo vio desaparecer detrás de una silla. El niño se fue en un hoyo del piso del bus, cayó en el pavimento y lo arrolló la parte trasera del automotor.