El caso de Valle González sería el primero en registrarse en el país, tras haberse aprobado el aborto.
De acuerdo con la información proporcionada por el medio el Clarín, el deceso de la ciudadana se registró el pasado 11 de abril.
Ella el miércoles 7 de abril se dirigió al hospital Arturo Illia en la localidad de La Paz “para solicitar un procedimiento de interrupción legal” del embarazo, término usado para referirse al aborto.
“Allí le recetaron una medicación –se presume que misoprostol– y el viernes comenzó a sentirse mal. Fue derivada al principal centro de salud de la zona este de Mendoza, el hospital Perrupato, donde detectaron una infección general que le habría provocado la muerte”, indica Clarín.
El misoprostol es una prostaglandina que hace que el útero expulse lo que está en su interior. En el caso de un embarazo provoca que la madre pierda al niño por nacer, lo que puede generar que la mujer se desangre.
Causas de muerte son investigadas
En algunos casos la hemorragia puede hacer que la madre entre en shock hipovolémico y muera.
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Por lo general, la persona que toma misoprostol va luego a un centro de salud para hacerse un legrado y así quitar del útero cualquier resto del bebé.
El Dr. Luis Durand, médico cirujano argentino, explicó a ACI Prensa que aunque algunos afirman que la muerte de la joven podría haber ocurrido por “mala praxis”, en realidad “el aborto no es una práctica médica. Hasta hace unos meses, para la ley argentina era un acto delictivo”.
“Ahora es un ‘instrumento legalizado’ para supuestamente beneficiar a unos y castigar a otros, y eso no es un acto médico, independientemente que sea legal o no”.
“El acto médico siempre debe buscar mejorar la situación de todo aquel sobre quien interviene, aunque circunstancialmente pueda fallar y no lograrlo, pero nunca puede considerarse un acto médico, ‘interrumpir la vida’ de cualquier ser humano en forma intencional o premeditada”, precisó.
“En el aborto la muerte para el bebé siempre es violenta. O se le inyectan sustancias que lo queman en el útero, o lo extraen por desmembramiento, o es arrancado por contracciones uterinas extremas muriendo por asfixia”, indicó el Dr. Durand.
El médico resaltó también que “la infección general o septicemia en una mujer que toma misoprostol para abortar puede darse cuando la expulsión es incompleta y quedan restos del bebé en el útero materno. Por eso es una falacia decir que cualquier instrumentación en un organismo pueda ser ‘segura’”.
La joven fallecida estudiaba Trabajo Social en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo). En cuanto se supo de su muerte, diversos activistas y grupos provida en Argentina inundaron las redes con los hashtags #MurióPorAbortoLegal y #AbortoLegalMataIgual.