Este caso desató protestas en un área ya inflamada por tensiones raciales entre la policía y la comunidad, y en medio del juicio del agente acusado de matar a George Floyd otro afrodescendiente asesinado en 2020 por agentes policiales.
El tiroteo ocurrió antes de que Daunte Wright, de 20 años, regresara a su auto para tratar de huir, aunque se estrelló a varias cuadras de distancia. Wright fue declarado muerto más tarde, según la familia.
Según un comunicado de la policía de Brooklyn Center, un suburbio al norte de Minneapolis, los agentes pararon a un vehículo durante la tarde del domingo tras determinar que el conductor tenía una orden de arresto pendiente. El conductor regresó al auto y escapó. Un policía disparó y lo impactó.
Grupos de manifestantes se congregaron más tarde en la jefatura de Policía de Brooklyn Center y se enfrentaron a agentes en equipos antidisturbios hasta la madrugada. Algunos saltaron sobre autos patrulla y chocaron con los agentes. Otros lanzaron piedras y otros objetos.
Los agentes ordenaron repetidamente a la multitud que se dispersara y respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma.
La policía no identificó en un primer momento a Wright ni reveló su raza, pero algunos manifestantes reunidos cerca del lugar ondearon banderas de Black Lives Matter. Otros marcharon de forma pacífica con las manos en alto. En una calle se escribió con tiza de colores: “Justicia para Daunte Wright”.
Casi todos los manifestantes se habían dispersado para la 1:15 de la madrugada de este lunes.
El gobernador de Minnesota, Tim Waltz, dijo en Twitter que rezaba por la familia de Wright “mientras nuestro estado llora otra vida de un hombre negro arrebatada por las fuerzas de seguridad”. VOA
