Steve Hinds, director del zoológico, destacó el nacimiento del animal debido a que quedan pocos ejemplares de esta especie en el mundo. Asimismo, la cría, que aún no cuenta con un nombre, es el último fruto de la rinoceronte Bakhita y Kwanzaa, que murió el año pasado, por lo que se complica aún más la supervivencia de la clase.
“Esta cría es especialmente importante porque lleva el legado de nuestro toro reproductor de rinocerontes negros, Kwanzaa, que lamentablemente falleció en 2020”, indicó Hinds.
Bakhita y la cría pasarán en extremos cuidados antes de ubicarlas en el corral donde se encuentra el resto de rinocerontes negros que posee el zoológico.
Esta especie fue en algún momento la familia de rinoceronte más numerosa del mundo. En años anteriores, la cantidad de estos animales en el planeta ascendía a 850.000. En 2017, se registraron menos de 5.500 ejemplares con vida.
El principal motivo de esta disminución es la pérdida de hábitat, debido a la explotación agrícola y la caza furtiva de los cuernos de estos rinocerontes, cuya venta en el mercado negro puede alcanzar hasta los 50.000 euros por kilogramo.
No obstante, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), entidad encargada de salvaguardar la integridad de los recursos naturales, aseguró que la población de estos mamíferos crece gradualmente cada temporada. De acuerdo a cifras obtenidas entre 2012 y 2020, el número de rinocerontes negros aumentó de 4.845 a 5.630, es decir 2,5% por año.
