Durante un acto en la Cámara de Comercio de Lubbock, el republicano también declaró que los establecimientos comerciales y empresas de cualquier tipo de negocio podrán reabrir a partir del 10 de marzo. Según el alto cargo, esta decisión ha sido posible gracias a la aparición de las vacunas contra el covid-19 y al tratamiento efectivo contra la enfermedad.
"Levantar los mandatos estatales no pone fin a la responsabilidad personal", dijo el político norteamericano en un comedor abarrotado de un restaurante en Lubbock. "Es solo que ahora los mandatos estatales ya no son necesarios", añadió.
Abott también anunció el fin de las restricciones a través de sus redes sociales: "Acabo de anunciar que Texas está abierto al 100 %. También terminé el mandato de uso de mascarillas en todo el estado", tuiteó el gobernador texano.
Poco después de la intervención, el gobernador de Misisipi anunció medidas semejantes.
El paso dado por Texas, donde el coronavirus ha dejado ya más de 43.000 personas, alarma a funcionarios estadounidenses, que la califican de "absolutamente imprudente", alegando que podría propiciar un empeoramiento de la situación.
La reapertura de Texas "al 100 %" se produce justo antes de las vacaciones de primavera, lo que preocupa los expertos en salud, ya que podría conducir a una mayor propagación del virus.
"El hecho de que las cosas vayan en la dirección correcta, no significa que hayamos tenido éxito en erradicar el riesgo", dijo a AP la doctora Lauren Ancel Meyers, profesora de biología integrativa y directora del Consorcio de Modelado de covid-19 de la Universidad de Texas.
Situación epidemiológica
Según los últimos datos de las autoridades sanitarias texanas, desde le inicio de la pandemia el estado sureño ha registrado casi 2,3 millones de casos confirmados de contagio y 43.266 a causa de covid-19. Solo California y Nueva York han reportado más muertes por coronavirus que Texas, informó RT.