Los testigos afirmaron haber visto a Dmitry Ponomarenko, de 30 años, salir de su edificio cubierto de sangre y cargando la cabeza de su padre Igor Ponomarenko, de 53 años, según lo dio a conocer el medio de comunicación Infobae.
“Cubierto de sangre y envuelto en vísceras, el hombre, con una cabeza cortada en la mano, salió de la entrada, se sentó en un banco y encendió un cigarrillo”, declaró horrorizado un vecino del bloque de apartamentos de la ciudad de Odessa, al sur de Ucrania.
Los testigos, conmocionados, llamaron a los servicios de emergencia y la policía acudió rápidamente al lugar. Una vez allí, los agentes detuvieron a Ponomarenko, a quien encontraron deambulando y golpeando coches aparcados, con la cabeza de su padre.
También mató a un amigo
Los agentes encontraron a dos hombres asesinados en el departamento del sujeto. El cadáver decapitado de su padre, Igor Ponomarenko, estaba tendido en una cama, mientras que otro cuerpo que pertenecía al amigo de la familia, Aleksandr Demchenko, de 32 años, estaba descuartizado y destripado.
Cuando los policías le preguntaron si había matado a las víctimas, Ponomarenko contestó que había tenido que hacerlo. “Es un Dios al que no se le rinde culto”, dijo indignado mientras movía de un lado a otro la cabeza que llevada en las manos.
“Recibimos llamadas de personas conmocionadas que informaban de un hombre que caminaba por el barrio con una cabeza cortada en la mano”, explicó la Policía.
En su residencia, además de los cadáveres, la Policía encontró 11 cuchillos. Las fuerzas abrieron una causa penal por doble asesinato contra Ponomarenko, que fue puesto en prisión preventiva. Se enfrenta a 15 años de prisión si es declarado culpable.
El arrestado trabajaba en un hotel, del que había sido despedido un día antes del incidente, por estar bajo los efectos de las drogas y tener un comportamiento inadecuado, según una fuente.
