El caso se registró en Frontera Comalapa, Chiapas, México. El alcalde Oscar Ramírez presentó un proyecto terminado de un tanque de agua potable, pero los habitantes de once barrios se dieron cuenta que la obra se realizó con material de mala calidad, y no dudaron en tomar cartas en el asunto.
En ese momento, enardecidos agarraron a Ramírez y lo ataron de manos a un árbol que se encontraba en el lugar y así estuvo durante dos horas.
Los pobladores le advirtieron que no lo soltarían hasta que no se comprometiera a solucionar el problema. “En ningún momento el edil fue lastimado y fue liberado luego de dos horas de estar amarrado, solo cuando se comprometió a arreglar el estanque para que pudiera ser usado por la comunidad”, indicaron medios locales.
Reacciones
Algunos ciudadanos reaccionaron en redes sociales expresando que así debería suceder en muchos países. “Ojalá así fuera en todos los países de Centroamérica”, comentó un usuario.
“Eso debería hacer el pueblo de Nicaragua con esos malvados que le roban al pueblo”, agregó otra persona.
“Daría gusto agarrarlos a pedrada por sinvergüenza, porque para eso sí sirven, solo para robar esa manada de sinvergüenzas, así se limpian las escorias de una vez", opinó alguien más.