La mujer recibió una inyección letal en el complejo penitenciario de Terre Haute, después de que el Tribunal Supremo levantara una suspensión de última hora dictada ese mismo día por el juez James Hanlon.
“El estado mental actual de la señora Montgomery está tan separado de la realidad que no puede comprender racionalmente el motivo del gobierno para ejecutarla”, escribió el juez Hanlon.
“La suspensión de la ejecución se concede para permitir que el tribunal lleve a cabo una audiencia para determinar la capacidad de la sra. Montgomery de ser ejecutada”, agregó.
Sus abogados habían argumentado que padecía una enfermedad mental y sufrió graves abusos cuando era niña.
“Nuestra Constitución prohíbe la ejecución de una persona que no pueda comprender racionalmente su ejecución (…). La administración actual lo sabe. Y la mataron de todos modos”, denunció su abogada Kelley Henry en una declaración difundida por los medios.
No tuvo últimas palabras
Fue declarada muerta a las 01:31 (06:31 GMT). La abogada de Montgomery, Kelley Henry, dijo que todos los que habían participado en la ejecución “deberían sentir vergüenza”.
“Todos los que participaron en la ejecución de Lisa Montgomery deberían sentir vergüenza”, añadió.
Lisa Montgomery, de 52 años, fue condenada en 2007 por matar en 2004 a una mujer de 23 años que estaba embarazada de ocho meses y extraerle el bebé, que luego fue recuperado sano y salvo por las autoridades.
Según testigos, una mujer parada junto a Montgomery durante el proceso de ejecución le quitó la mascarilla a la reclusa y le preguntó si tenía unas últimas palabras. Montgomery respondió “No” y no dijo nada más.