El caso ocurrió en octubre, pero recientemente medios costarricense dieron a conocer detalles al respecto.
De acuerdo con la información proporcionada por el Diario Extra, del vecino país del sur, el crimen se efectuó en el barrio el Invu, en Barranca Puntarenas, donde encontraron a Yelba Vega, una mujer de 45 años, muerta debido a lesiones en diferentes partes de su cuerpo ocasionadas con un objeto cortopunzante.
Un familiar, quien llegó a la vivienda, alertó a las autoridades, tras encontrar a la mujer con golpes en la cabeza y degollada. Rencel Vega, por su parte, estaba atado de manos y pies y relató que dos hombres encapuchados habían ingresado a la casa para asaltaros.
“El crimen se perpetró en barrio El INVU, Barranca, Puntarenas. El día de los hechos, la mujer de 45 años fue hallada en su vivienda con lesiones punzocortantes en diferentes partes del cuerpo, ya fallecida, y dentro de la misma casa estaba el hoy detenido, atado de pies y manos, quien alegaba que habían ingresado dos hombres encapuchados para asaltarlos y le habían dado muerte a su madre”, menciona el artículo del medio.
Las autoridades se presentaron a la escena del crimen, para realizar las debidas investigaciones, en primera instancia habían determinado que el robo era el móvil del ataque, sin embargo, luego conocieron que Rencel empezó de inmediato a tramitar el dinero del acuerdo funerario.
La nueva versión, según el Extra, menciona que el joven de 21 años habría contratado a dos sicarios de 16 y17 años para que mataran a su progenitora, quien dejó en la orfandad a otras tres personas, entre ellos dos menores de 10 años.
Según el OIJ, la intención del hijo de doña Yelba era que, una vez que mataran a su mamá, él cobraría un plan de vida que estaba a nombre de ella, valorado en ¢1,1 millones.