De acuerdo con el medio de comunicación RT, el hombre habría perdido su trabajo, debido a la pandemia, por lo que decidió poner a la venta al bebé.
En total, recibió 163,000 yuanes, que equivalen aproximadamente a 24,000 dólares. “Un hombre vendió a su hijo recién nacido en China tras perder su trabajo durante la pandemia. Aparentemente, la familia recibió 163.000 yuanes (más de 24.000 dólares)”, indica el medio.
Medios locales, según RT, reportaron que el hombre estaba sumamente endeudado, debía seguir pagando la hipoteca de la casa y las cuotas del automóvil, por lo que persuadió a su esposa para vender al bebé de tan solo 40 días de nacido.
“Según el reporte, el padre del niño se encontraba en medio de una presión financiera "inmensa" debido al desempleo y persuadió a su esposa para vender al bebé, de tan solo 40 días, con el fin de continuar pagando la hipoteca de la casa y las cuotas del automóvil”, refiere el medio. El caso se dio a conocer cuando una mujer, de apellido Xu, quien compró al niño llamó la atención de las autoridades cuando ella viajaba en un tren con el bebé.
Podrían ir a la cárcel
“Sin embargo, la mujer que compró al niño, identificada con el apellido Xu, habría llamado la atención de las autoridades, cuando viajaba en un tren junto al bebé el30 de octubre, desde la provincia de Sichuan —donde viven los padres biológicos del menor— hacia su domicilio en la provincia de Anhui”, informa RT. “Inicialmente, en el interrogatorio, Xu aseguró que había adoptado al bebé, pero poco después admitió que había pagado dinero a cambio del niño, lo que desencadenó las investigaciones”, agrega.
De momento, los progenitores del menor y la mujer que lo compró han sido arrestados bajo sospecha de trata de personas. “Entre otros detalles, se conoció que la compradora entregó un collar y un brazalete de oro además del dinero, como parte del acuerdo económico con la familia”, dice el escrito.
“La ley del país asiático establece que cualquier persona que sea declarada culpable de tráfico y venta de niños puede ser encarcelada de cinco a diez años. No obstante, las penas también pueden alcanzar la cadena perpetua e incluso la pena de muerte”, continúa.