Estos delitos conllevan penas de entre 3 y 15 años, y su aplicación por parte de las autoridades ha aumentado tras el golpe militar de hace dos años, más de 60 personas han sido acusadas de ese delito desde que ocurrió el golpe. La mayoría de los casos han llegado a los tribunales militares, lo cual restringe el derecho a la defensa de los imputados, con frecuencia las audiencias se celebran en secreto, la prensa se entera de los casos semanas después de llevarse a cabo o directamente jamás se enteran. Las condenas son muy altas, el año pasado una madre de dos hijos fue sentenciada a 56 años de prisión por unos comentarios que hizo en Facebook. La sentencia se redujo a la mitad tras declararse culpable.
¿Qué hizo Patnaree para ser acusada?
De acuerdo con su abogado, la única evidencia que la policía ha mostrado es un intercambio de mensajes privados en Facebook entre su clienta y un activista político, patnaree respondió con la palabra tailandesa "ja", que se puede traducir como "ok" o "sí", a comentarios del activista que la policía califica de difamatorios, las autoridades consideran que ella debió haber condenado los comentarios, Patnaree insiste en que demostrará su inocencia, pues nunca se ha involucrado en actividades políticas, asegura.
De hecho, Patnaree no cree que haya sido acusada por algo que haya dicho o escrito, sino que se debe a su hijo, Sirawith Seritiwat. El hijo de Patnaree es un estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad de Thammasat, pero en los dos últimos años ha emergido como uno de los rostros mejor conocidos del movimiento estudiantil disidente, el año pasado, los manifestantes llevaron a cabo un simulacro de elecciones afuera de un centro de artes de Bangkok, también organizaron una protesta en un controversial parque temático de la realeza, el cual fue construido por el ejército supuestamente por medio de contratos corruptos
Aquellas personas que traten de influir en la opinión pública han sido amenazadas con condenas de 10 años de prisión, no obstante, miles de funcionarios gubernamentales están siendo entrenados para salir a las calles e informarle a la población sobre la nueva constitución y persuadirlos a que voten en la consulta, de esa forma, el ejército espera obtener una victoria en la votación de agosto. Una derrota sería un duro golpe a la credibilidad de un gobierno que siempre ha insistido que la mayoría de los tailandeses apoya sus planes de reconstruir el país.
Fuente: BBC