Mike Ryan, jefe de emergencias de la OMS, quien cuestionó a los jóvenes a los que señaló por estar cansados de los confinamientos y ansiosos por disfrutar del verano.
“Las personas más jóvenes también deben asumir que tienen una responsabilidad. Hágase la pregunta: ‘¿realmente necesito ir a esa fiesta’?”, indica Mike Ryan.
De hecho, Mike Ryan culpó a los jóvenes porque han contribuido al resurgimiento al reunirse nuevamente para fiestas, asados y vacaciones en algunos países, y han contagiado a sus padres o abuelos.
Aun en Ginebra, donde se ubica la OMS, cabarets y clubes se cerraron la semana pasada luego de que casi la mitad de los nuevos casos se originaron en esos lugares.
Reducción de riesgos para los demás
Ryan dijo que los jóvenes a menudo eran reticentes a dar detalles o al revelar los nombres de sus amigos cuando eran contactados por rastreadores. “Es difícil, pero es lo que se necesita para detener el virus”.
Además de la necesidad de reducir los riesgos para otros, la epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove dijo que los jóvenes debían tener cuidado ya que incluso una versión leve de la enfermedad podría tener consecuencias a largo plazo.
Los jóvenes tienen menos probabilidades de sufrir una forma grave de la enfermedad respiratoria que sus padres o abuelos, pero en cerca de cinco meses la proporción de personas infectadas de entre 15 y 24 años se ha triplicado, según datos de la OMS.
De esta manera la OMS hace conciencia a la juventud, a evitar ir a lugares donde es foco de contagio por la aglomeración de personas, como bares, discotecas etc.