Además de la situación de intemperie que están viviendo los nicas en el lugar, un grupo de civiles ubicados en el puesto fronterizo de Peñas Blancas están explotando a las familias de muchos de los varados en la frontera, dedicándose a pasar agua y comida duplicando el precio de las cosas.
Según la CPDH, por un galón de agua cobran 50 córdobas por pasarlo, todo esto ocurre en complicidad con los funcionarios nicas que permiten a estos civiles ir y venir a su antojo, sin pruebas del Covid ni precauciones sanitarias.
De acuerdo con información de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, CPDH, los nicaragüenses continúan en la frontera sin poder ingresar a Nicaragua, algunos familiares han llegado a la frontera a esperarlos.
El secretario general de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, Marcos Carmona, y el asesor legal, Pablo Cuevas, brindaron declaraciones la tarde de este jueves sobre la falta de atención del gobierno nicaragüense con sus conciudadanos en el exterior, en abierta violación a la Constitución Política de Nicaragua.
“Es una situación triste, es una situación preocupante, nuestros compatriotas están a la intemperie, hay niños, niñas, mujeres ancianas, mujeres embarazadas, y la falta de sensibilidad humana de este gobierno, que no le importa la vida de las personas”, manifestó Carmona.
Autoridades nicas no dan la cara
Los defensores manifiestan que esto es un abuso que comete el gobierno con la indolencia de no dejar entrar a los nicaragüenses que están aguantando sol, lluvia, hambre, frío y calor en el lugar.
Al grupo conformado por periodistas y CPDH se les negó el ingreso a la frontera de Peñas Blancas, el grupo de la CPDH intentaba conocer la difícil situación de los hermanos nicaragüenses varados en esta zona limítrofe del país, donde intentaban buscar a las autoridades para que les dieran una explicación ante la negativa de permitir el ingreso a suelo nica a estos nicaragüenses que llevan varios días sufriendo calamidades en este sector.
Inmediatamente a la llegada del grupo, autoridades de gobierno desplegaron a varias fuerzas, entre oficiales de migración y antimotines, para bloquear el paso, mientras les tomaban vídeos y fotografías. Una veintena de policías entre uniformados y de civil se apostaron frente a la entrada de Peñas Blancas cuando CPDH solicitó hablar con un funcionario de migración, obteniendo solo negativas.