La menor es miembro de la comunidad indígena kankuama —perteneciente a la familia chibcha, en el Caribe colombiano—, y vive en la vereda El Mojao, en Valledupar, departamento del César, en Colombia.
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Según denuncias de la Asociación Indígena Kankuamos Unidos, los hechos ocurrieron en un asentamiento de la comunidad.
"Es algo aberrante, se la turnaban entre ellos cuando salía de su casa”, manifestó Nora Pacheco, secretaria general de la Asociación Indígena Kankuamos, quien además reveló que son varios casos de este mismo delito los que ocurren en asentamientos pero que no salen a la luz pública ante las amenazas que toman líderes de las comunidades.
“La niña abusada, igual que sus padres y hermanos menores, quedaron con protección del Bienestar Familiar y organismos”, dijo Pachecho.
Casos en la impunidad
“El padre de la niña llegó aquí a pedirnos ayuda porque, según él, los líderes del resguardo no habían hecho nada para denunciar el hecho. Acompañamos al padre a poner la denuncia y a pedir el apoyo de Bienestar Familiar", agregó.
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RT, citando al Espectador, menciona que el padre de la víctima se percató de que ella estaba embarazada de tres meses, producto de las violaciones, él procedió a denunciar la situación ante el cabildo gobernador de los kankuamos., sin embargo, al parecer, estos hicieron caso omiso, por lo que el hombre se remitió a las autoridades de Valledupar municipio capital del César.
