Sin embargo, el asedio, amenazas, cárcel, despido sin liquidación, muerte y exilio es el precio que pagan 65 educadores que llegaron hasta Costa Rica para salvar sus vidas ante la represión del gobierno de Ortega. Tal es el caso del exreo político Gabriel Putoy, el profesor que también es víctima de fuertes golpes al momento que lo pretendían recapturar y de milagro escapó del operativo policial.
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Formaron sindicato de maestros exiliados
"Venimos huyendo de la represión del régimen, en mi caso estuve preso nueve meses en la Modelo, donde varias veces me torturaron, decidí exiliarme porque había un plan para recapturarme, me escapé de la muerte y me vine a Costa Rica huyendo de la bota de la dictadura", dijo el profesor Gabriel Putoy de Monimbó, quien desde el mes de diciembre del año pasado está exiliado en suelo costarricense.
En el país vecino del sur, el pasado 8 de marzo, alrededor de 65 docentes constituyeron la Unidad Sindical Magisterial Exilio Costa Rica, para seguir demandando justicia, democracia y educación de calidad.
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"Los derechos de los profesores están siendo pisoteados, necesitamos reivindicación laboral, sindical y que no haya más educación partidaria, al contrario, una educación de calidad y con valores. Estamos seguros de que la dictadura caerá y Nicaragua será libre", agregó el profesor monimboseño.
Los docentes nicaragüenses exiliados aseguran que este 29 de junio no tienen nada que celebrar, puesto que la pareja presidencial los obliga a estar fuera de su patria, por el simple hecho de exigir justicia y democracia. Asimismo, manifestaron que desde el exilo seguirán alzando su voz por la libertad de Nicaragua.