Kirsty Keep lo viene pasando mal desde hace 11 años. Una garrapata la mordió en la espalda y eso le provocó una enfermedad desconocida que la ha ido matando lentamente. Ella tiene dolores constantes, ya no puede ponerse de pie; describe su vida como un infierno y pide a su familia que la lleven a Suiza para que le practiquen la eutanasia.
De niña estaba en el jardín y una garrapata la mordió. La picadura se fue agrandando hasta que llegó a ser del tamaño de una mano. Desde entonces que ha tenido que soportar un dolor crónico que sólo ha aumentado con los años. Por eso ella está pidiendo terminar con su vida de una manera digna. Kirsty explica que tiene un dolor facial que se siente como si le dieran golpes eléctricos. Su rostro se ha paralizado, siente cómo si se le rajaran los músculos y cada tanto sufre de convulsiones.
Su madre no sabe qué más hacer. Los doctores al principio pensaron que tenía lupus y fue tratada durante 7 años con esteroides y quimioterapia. Después un médico descartó esa enfermedad, sin embargo, todavía no hay tratamientos que seguros para ella.
“No puede tomar su medicamento porque vomita demasiado. Está cansada, débil y quiere morir”. Su madre pensaba que podía ser la enfermedad de Lyme, pero las pruebas que se enviaron a Inglaterra descartaron esa posibilidad.
El tiempo se le está acabando. Kirsty pasa los días en cama y el último mes tuvo que ser internada 4 veces en el hospital. Los familiares y amigos están buscando alternativas. Primero necesitan saber qué enfermedad tiene y luego encontrar un posible tratamiento. Para eso han comenzado una campaña para recolectar fondos y así ayudar a Kirsty.
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UPSOCL
